Verónica Alcocer volvió a ser noticia en el país, luego de sus repentinas apariciones en eventos sociales, deportivos, musicales y políticos a los que, normalmente, no asisten las esposas de los presidentes colombianos.
(Vea después: Quién es el estilista y maquillador de Verónica Alcocer con un contrato de $ 120 millones)
La primera dama está en el ojo del huracán, puesto que accedió a darse algunos lujos como tener su propio diseñador, fotógrafo y otros chaperones privados, que cuentan con contratos millonarios que están firmados con el Estado.
Una investigación de La Silla Vacía destapó un escándalo en torno a los gastos en asesoría de imagen de Alcocer. Según la investigación, el posicionamiento de imagen de la esposa de Gustavo Petro le habría costado más de mil millones de pesos al Estado, distribuidos entre cuatro personas que conforman su ‘séquito’.
Los recursos para pagar a esas cuatro personas provienen de entidades como ProColombia y la Cooperativa de Servicios Audiovisuales a través de RTVC, según los datos entregados por La Silla Vacía. La Presidencia de la República emitió un comunicado reiterando las funciones sociales de la esposa del mandatario y de las cuatro personas de su equipo de trabajo, asegurando que prestan servicios a la Presidencia en general, no solo a Alcocer.
🔴 Comunicado a la opinión pública | La Presidencia de la República de Colombia se permite aclarar la información que se ha relacionado con la labor que realiza la Primera Dama de la Nación. pic.twitter.com/OTTXNm8IlH
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) January 12, 2024
Sin embargo, entre las personas mencionadas, Carolina Plata llama la atención. La presunta mejor amiga de la primera dama, percibiría más de 20 millones de pesos mensuales por labores de protocolo. Su contrato, firmado en noviembre de 2022 por $ 19.6 millones mensuales, se renovó por $ 20.2 millones hasta noviembre de 2024.
La Presidencia detalló las funciones de Plata, destacando su rol como organizadora de actividades y eventos protocolarios, además de atender las necesidades de bienes y servicios para el funcionamiento de las sedes de ‘Casa de Nariño’ en Sopó y Cartagena.
A pesar de las aclaraciones hechas por el Ejecutivo, el escándalo ha creado una verdadera tormenta política en los últimos días y parece que seguirá teniendo varias partes que se irán conociendo.
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