El anuncio que circula en redes sobre la supuesta refundación del frente 53 de las Farc en Cundinamarca y, especialmente, en Sumapaz, llevó a las autoridades encendieron a encender las alertas.

Primero fue el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, quien señaló que, pese a no existir confirmación sobre presencia guerrillera en el departamento, son amenazas que no se pueden tomar a la ligera. Ahora, el turno fue para la alcaldesa Claudia López, quien convocó para este sábado a un consejo de seguridad en la localidad 20, en la que espera definir estrategias para garantizar la tranquilidad de sus pobladores.

Vale recordar que este sería la segunda reunión de seguridad en Sumapaz, en menos de dos semanas, ya que el pasado 13 de abril se hizo una reunión extraordinaria, tras el asesinato del líder campesino Carlos Julio Tautiva Cruz, a manos de dos sujetos armados, que ingresaron a su vivienda.

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En el pasado encuentro, que fue extraordinario, participaron funcionarios de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, de la Alcaldía local, del Ejército Nacional y de la Personería Distrital, quienes al final se comprometieron a adelantar las acciones necesarias para resolver el crimen y, de paso, a mantener y reforzar los controles del Batallón de Alta Montaña Nº 1 de la XIII Brigada del Ejército.

En esta oportunidad, la reunión contará con la presencia de la alcaldesa, quien, a través de sus redes sociales sí sugiere la presencia de las Farc en la zona, al indicar que “las disputas entre disidencias de las Farc, supuestamente por la posesión y aprovechamiento de un predio de la SAE, ha causado ya tres muertos en la región del Sumapaz en estos años. Mañana iré a trabajar junto a esa comunidad que solo quiere paz real y ha dado todo por conseguirla”.

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Sumapaz, según la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, ha sido una localidad que ha sufrido históricamente el conflicto armado, debido a su ubicación estratégica, ya que conecta a la capital con el sur del país. A pesar de que, en los últimos años ha sido una de las menos violentas de Bogotá, la amenaza ha sido latente.

Al menos, es lo que se encuentra, tras conocer la alerta temprana que emitió el año pasada la Defensoría del Pueblo, en la que advirtió que, según la comunidad, “existe un particular interés de distintas estructuras armadas, para recuperar corredores previos, negocios legales y ventas criminales de un territorio históricamente dominado y, sobre todo, necesario para conectar con la capital del país”.

La entidad indicó que esto lo vienen haciendo con asesinatos y otros actos criminales, para infundir miedo, temor y zozobra a los habitantes de esta localidad. Incluso, afirman que en esta podría existir presencia de bandas de carácter local, ELN, AGC, la Oficina, los Paisas, panfletos de las Águilas Negras, de estructuras del bloque Suroriental y frentes 10 y 51.