Espinosa indicó en Blu Radio que la extranjera ingresó a Colombia en marzo, por Bogotá, con un permiso de turista por 90 días que ella pidió prorrogar. Cuando se le concedió, la alemana terminó en Cali haciendo parte de la denominada ‘primera línea’, pero no se conoce cómo fue que llegó hasta ese punto.

“Es incomprensible porque las razones que aduce son diversas; primero dice que es ingeniera, después dice que es periodista, que vino fue a tomar clases de salsa, pero que después quería trabajar en un sitio de salsa, y que después se solidarizó con una manifestación social. En fin, hay demasiada información en donde no hay una línea clara de su decisión”, aseguró el funcionario de Migración Colombia.

Precisamente por participar en bloqueos, que no hace parte de las actividades de turismo, fue que la entidad decidió expulsarla e imponerle una restricción de ingreso por 10 años, pues además de perturbar a otros colombianos, ella “se vio expuesta en una situación en la cual le dispararon a una persona con la cual ella se encontraba”, agregó el director.

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“¿Qué hubiese sucedido si a esa mujer Dios no lo quiera le pasa algo en Colombia? Es una decisión sana [la de expulsarla]. Era el momento de hacer un alto”, manifestó.

Rebecca Spröesser fue trasladada desde Cali a Bogotá en un vuelo comercial. En la capital, la extranjera dijo que no tenía pasaporte, por lo que en compañía de Migración Colombia hizo el trámite para conseguir el documento. Posteriormente se le hizo una prueba PCR de COVID-19 y fue enviada devuelta a Alemania.

Según el funcionario, la alemana entendió la decisión, colaboró y se fue “serena”.

Esta es una imagen de Sprösser con manifestantes: