Luego de tres intentos frustrados, este viernes 28 de abril, la Fiscalía General de la Nación le imputó el delito de fuga de presos a la excongresista Aída Merlano Rebolledo, después de protagonizar su escape el primero de octubre de 2019, cuando salió por una ventana de un consultorio odontológico en el norte de Bogotá. 

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El Juzgado 51 de Control de Garantías le preguntó a Merlano si aceptaba cargos, a lo que la excongresista respondió que no y, como si fuera poco, se declaró inocente, pues según su defensa estaría buscando un principio de oportunidad con la Fiscalía para entregar información en las otras investigaciones que se adelantan alrededor de esa fuga.

Precisamente, después de conocer la posición de la mujer, el ente acusador pedirá que se imponga una nueva medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Aída Merlano, pues deberá responder por la planeación y ejecución de su fuga. 

Cómo fue que Aída Merlano se le fugó al Inpec 

El día en que se escapó, la excongresista se desplazó en una camioneta del Inpec hasta la calle 116 con carrera séptima, hasta el centro médico La Sabana. Allí se encontró con sus dos hijos y en los videos se ve que despide con un abrazo del odontólogo Javier Guillermo Cely. Después de eso, se cambió de zapatos, se amarró una cuerda a su cuerpo y descendió al primer piso a través de una soga. 

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Pese al golpe que se dio cuando cayó al piso, la excongresista logró levantarse rápidamente y se montó a una moto que la esperaba en una esquina. Posteriormente, lo que se supo fue que Merlano se desplazó hasta Venezuela, donde fue recapturada y después deportada a Colombia, donde se encuentra actualmente para responder por sus deudas con la justicia por presunto compra de votos.