“Un día sale sonriente en una foto junto a unos soldados mutilados como si la estuviera pasando bueno, y al otro saca su lado religioso, invocando a Dios para responder en un tuit sarcástico que habla de brujería”, opina Zableh en ese diario.

“Leer hoy a Ramírez en redes sociales y medios de comunicación es un viaje a lo desconocido, una mezcla de risa, tristeza y rabia”

Sin embargo, más allá de las críticas hilarantes, el columnista sospecha que en medio de las salidas en falso puede haber cierta intencionalidad. “De hecho, eso es el actual partido de gobierno, una fórmula bien medida de bobos con malos”, prosigue.

Para Zableh, “a los primeros los mandan al frente a que nos distraigan y nos hagan reír, mientras que por detrás hacen de las suyas”.

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“Nos burlamos de Duque y de Pacho, de Pastrana, Marta Lucía y la Cabal, mientras que los que mueven los hilos desde la oscuridad consiguen todo lo que quieren, y más”

Tal manipulación vuelve sombría la opinión, y el propio Zableh lo reconoce: “Sus declaraciones deberían causar gracia, además de incredulidad, (…) pero la verdad es que dan más miedo que otra cosa”, concluye.