Aunque el trino parecía bienintencionado, pues además añadía que “ningún niño en Colombia debe morir por violencia, odio o intolerancia”, las reacciones apuntaban a la última frase: “También nos duelen los niños de las Farc“.

Aunque a más de 4.000 usuarios de Twitter les gustó la publicación, y recibió más de 1.600 réplicas, las respuestas fueron más de 3.300, entre polémica, apoyo y esperanza.

Sin embargo, las más destacadas de estas lamentaban que se le hubiera añadido una filiación al bebé asesinado.

Samuel David tenía siete meses cuando murió en un ataque a bala que sufrieron sus padres, Carlos Enrique González y Sandra Pusaina, desmovilizados de ese grupo guerrillero, el pasado 15 de abril en un corregimiento de Maicao.

Bebé asesinado en atentado contra exguerrilleros

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Desde la campaña a la presidencia, y posterior campaña vicepresidencial, Ramírez hizo énfasis en la necesidad de proteger a los niños de involucrarse en el conflicto armado colombiano, exigiendo que el grupo insurgente entregara a todos los menores que había reclutado. No obstante, tales reclamos no volvieron a oírse tan fuertemente después de la campaña.