En la tarde del seis de noviembre fue encontrado el cuerpo sin vida de Juan Pablo González en la URI de Puente Aranda. Horas antes, un juez de control de garantías lo había enviado a la cárcel por los delitos de acceso carnal violento y hurto agravado calificado, relacionados al caso de Hilary Castro, la joven que narró cómo fue agredida por ese hombre en La Castellana.

Según el primer reporte entregado por las autoridades, el cuerpo del hombre no tenía signos de violencia. Sin embargo, luego se conoció que tenía politraumatismos, por lo que se empezó a investigar si se trató de un homicidio.

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La Secretaría de Seguridad detalló que luego de la audiencia González llegó alterado a la URI e insultó a varias personas que estaban en el lugar. Por eso, fue trasladado a otra celda, con menos gente, donde fue hallado muerto.

Una versión señala que el sujeto estaba bebiendo mucha agua, convulsionó y entró en paro. Pero por el momento son más las dudas que las certezas, ya que hay un choque de versiones sobre la muerte del señalado abusador. No obstante, el testimonio de uno de los profesionales de la salud que atendió a González en la URI busca dar luces de lo que pasó.

Muerte de presunto abusador de Transmilenio: habla personal médico

El miembro del equipo médico afirmó en diálogo con El Tiempo que su llegada fue pronta, pero que González ya no tenía signos vitales cuando ellos pretendían atenderlo.

“Llegamos en 10 o 12 minutos. El reporte ya lo tiene la Secretaría de Salud de Bogotá. Nos dijeron que era un posible paro cardiorrespiratorio y mientras llegábamos al lugar estábamos en comunicación con quienes le estaban prestando los primeros auxilios”, dijo al rotativo uno de los miembros del personal médico que lo atendió.

Y agregó: “Nosotros llegamos con todo el equipo y se le prestó toda la atención en salud que requirió. Llevábamos bala de oxígeno, desfibrilador, carro de paro y biomédicos básicos”.

En cuanto a los golpes que según una de las versiones tenía el cuerpo de González, el profesional explicó: “Todo quedó en la historia clínica. Lo único que se hizo fue verificación. Cuando llegamos él estaba en reanimación. Lo que alcancé a ver, había signos de morados en el pecho. Pero se debe determinar si fue producto de las maniobras de reanimación”.

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La Policía y el CTI de Fiscalía iniciaron investigaciones para esclarecer la muerte del presunto abusador, mientras que el Instituto Nacional de Medicina Legal determina con exactitud la causa del fallecimiento.

“A través de la inspección general, la Policía inicia una investigación de tipo disciplinario para determinar las responsabilidades de los policías custodios que se encontraban de servicio durante ese día”, señalaron.