Al menos 120 soldados llevan varios días sin poder salir de un cuartel militar en la frontera con Venezuela, cercados por campesinos cocaleros que se oponen a la erradicación de narcocultivos, informó este lunes el Ejército.

Las tropas “cumplían trabajos de erradicación de cultivos ilícitos” en Tibú (Norte de Santander), cuando fueron sorprendidas por cultivadores de hoja de coca que las obligaron a replegarse en la base militar, detalló el alto mando en un comunicado.

(También puede leer: “Ajúa”, gritó Duque; horas después, ‘Clan del Golfo’ atacó caravana de Ejército y Policía)

Según informó un responsable militar a la AFP, son por lo menos 120 soldados que permanecen inmovilizados en el batallón Caño Indio desde el 6 de mayo.

Información ofrecida por Caracol Radio da cuenta de que son más de 200 los militares retenidos, que habían llegado en tres pelotones a la zona a erradicar la coca. Los uniformados se enfrentaron primero a un cerco de los labriegos en la zona rural. “Posteriormente, los fueron llevando [a los uniformados] y arrastrando hasta la base militar, de donde no les permiten salir”, reportó ese medio.

Nelson Leal, alcalde de Tibú, dijo en esa misma frecuencia radial que los cocaleros “se fueron juntando hasta lograr un gran número de campesinos; fueron amedrantando al Ejército, y después de tenerlos reunidos les han cortado el agua y la luz”.

El general Ómar Sepúlveda, comandante de la Segunda División del Ejército, denunció como una retención ilegal la acción contra sus hombres, y confirmó que  les “cortaron el suministro de agua y de la luz”.

“Han sido secuestrados por más de 300 campesinos cocaleros […] empleando piedras” y “palos”, denunció el oficial en un video. “Han hecho que las tropas queden concentradas y no tengan movilidad en el área general de la base militar”.

Tibú forma parte de la región del Catatumbo, el territorio con más narcocultivos del mundo en el que se calcula hay unas 40.000 hectáreas sembradas de coca, según la ONU.

En octubre, unos 180 soldados que erradicaban narcocultivos allí fueron retenidos por campesinos en una escuela rural de esa población y luego liberados con la intermediación del organismo estatal de derechos humanos.

Rebeldes de la guerrilla Eln y disidentes de la exguerrilla de las Farc que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 delinquen en la zona lucrándose de las rentas del narcotráfico.

Con una política de perseguir al narcotráfico con mano dura, el presidente Iván Duque ha redoblado la persecución al negocio de la droga mediante la erradicación forzada de los sembradíos, que realizan manualmente los soldados en medio de frecuentes choques con los sembradores.

Videos compartidos por el ejército muestran a los cocaleros discutiendo con los uniformados, que portan sus armas.

Con una cifra récord de producción de 1.010 toneladas en 2020, Colombia se mantiene como el mayor exportador mundial de cocaína y Estados Unidos como el principal consumidor de esa droga.