La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchas más han sido desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia. Además, la agravación del conflicto también está provocando turbulencias financieras y un aumento vertiginoso del precio del petróleo y del oro.

El ejército ruso anunció este lunes por la mañana la suspensión temporal de ataques en algunas zonas “con fines humanitarios” y la apertura de corredores humanitarios para evacuar a civiles de Kiev, Járkov, del puerto sitiado de Mariúpol y de la localidad de Sumy, cerca de la frontera rusa.

Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia y el gobierno ucraniano rechazó de pleno la propuesta. (Vea también: El doble de Vladimir Putin vive un calvario por la guerra; dice que teme por su vida).

“No es una opción aceptable”, dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk. Los civiles evacuados de las ciudades de Járkov, Kiev, Mariúpol y Sumy “no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia“, advirtió.

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“El enemigo continúa la operación ofensiva contra Ucrania, enfocado en rodear a Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykolayiv“, había informado antes el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado.

Las fuerzas rusas “comenzaron a acumular recursos para atacar a Kiev”, agregó. “Los ocupantes rusos intentan concentrar sus fuerzas para una nueva serie de ataques”, dijo el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov en Facebook.

En la capital, los soldados ucranianos fueron vistos preparándose ante un posible ataque de las tropas rusas enviadas por Vladimir Putin. Colocaron explosivos en lo que dicen ser el último puente intacto en el camino de las fuerzas rusas.

La capital se prepara para defenderse“, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en la aplicación Telegram. “¡Kiev resistirá! ¡Se defenderá!”, agregó.