La medida aplicaría para las ciudades ucranianas de Járkov, Kiev, Mariúpol y Sumy, que enfrentan feroces combates desde que comenzó la invasión rusa sobre Ucrania.

 

“Las fuerzas rusas, con fines humanitarios, declara un ‘régimen de silencio’ a partir de las 10:00 a. m. (hora local) del 7 de marzo y la apertura de corredores humanitarios”, informó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.

A pesar de ese anuncio, las fuerzas invasoras han estado atacando a su vecino por tierra, aire y mar, mientras civiles intentan huir, reseña AFP.

Rusia arrecia su ataque contra Ucrania

Las fuerzas rusas bombardearon ciudades ucranianas con advertencias de que preparaban un asalto a la capital Kiev, mientras civiles aterrorizados intentaban salir del asediado puerto de Mariúpol.

El implacable ataque ruso llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchos más han sido desplazados dentro del país o están atrapados en ciudades atacadas por Rusia.

Las sanciones internacionales que apuntan a castigar a Moscú no han logrado frenar la invasión, y Washington admite que discute con Europa prohibir la importación de petróleo ruso.

Ese comentario llevó la cotización del crudo Brent a su precio más alto en 14 años, al tiempo que los mercados asiáticos caían el lunes.

Lee También

En el terreno, el intenso bombardeo continuó por la noche en la ciudad de Járkov, que ha soportado ataques sin tregua desde hace varios días.

Las autoridades ucranianas indicaron que ciudades en todo el país están bajo ataque.

“El enemigo continúa la operación ofensiva contra Ucrania, enfocado en rodear a Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykolayiv”, precisó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado.

Las fuerzas rusas “comenzaron a acumular recursos para atacar a Kiev”, agregó el comunicado.

En el sur del país, autoridades militares regionales dijeron que Rusia había bombardeado la ciudad de Tuzly en la región de Odesa, donde dañó “sitios cruciales de infraestructura” aunque sin dejar heridos.

En Járkov, las bombas rusas golpearon una universidad y un edificio residencial.

En la maraña de madera astillada y metal destrozado esparcidos por el suelo frente al edificio de apartamentos había varios cadáveres al lado de un vehículo.

Las piernas de una persona, vestida con pantalones marrón y botas, se observaban junto a la parte trasera del vehículo, con el techo hundido por los escombros.