La orden llega en momentos en que Trump busca movilizar a su base de votantes blancos en la lucha por la reelección, en medio de una polémica y de gran tensión en el país en torno al tema del racismo.

La Casa Blanca dijo en un comunicado que “según reportes de prensa, empleados en la rama ejecutiva han debido asistir a formaciones en las que se les dice que ‘virtualmente todas las personas blancas contribuyen al racismo’ o en las que deben decir que se ‘benefician del racismo'”.

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La administración presidencial informó entonces que se ordenó “asegurar que agencias federales dejen de usar dinero de los contribuyentes para financiar estas sesiones de formación divisora y con propaganda antiestadounidense“.

Después de la muerte en mayo del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco, han surgido protestas en muchas grandes ciudades de Estados Unidos.

Trump, que defiende una línea dura de “ley y orden” en su campaña por la reelección en las elecciones de noviembre, ha tildado de anarquistas a los manifestantes.