Dos yihadistas fueron condenados este miércoles a 42 y 36 años de cárcel, respectivamente, tras ser acusados de terrorismo por sendos ataques con cuchillo en los que hirieron a sus víctimas en Australia.

Según la sentencia a la que tuvo acceso Efe, la bangladesí Momena Shoma, de 25 años y quien se declaró culpable de terrorismo durante el juicio, fue sentenciada a 42 años de prisión por herir a un hombre con un cuchillo en un ataque inspirado en el grupo Estado Islámico (EI) en Melbourne.

El juez Lesley Taylor del Tribunal Superior del estado de Victoria señaló Shoma viajó a Australia con una beca de estudios con la intención de perpetrar un ataque terrorista y que no muestra arrepentimiento ni ha renunciado a la ideología del grupo yihadista.

Según lo expuesto, Shoma viajó al país con el cuchillo del ataque entre sus pertenencias y había practicado con anterioridad con un colchón la manera de apuñalar a una persona, al tiempo que descargó videos del Estado Islámico antes al ataque.

Shoma, quien fue detenida el día del ataque en la escena del crimen, había alquilado unos días antes una habitación en la residencia de la víctima, Roger Singaravelu, quien sobrevivió a las heridas que le causó con un cuchillo en el cuello.

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Hemos enviado un mensaje de que en este país no se tolera el terrorismo y lo condenamos”, declaró a las puertas del tribunal Singaravelu, tras una vista en la que no compareció la imputada, según recoge el canal ABC.

En otro caso no relacionado, un australiano de 22 años identificado como Ihsas Khan fue condenado a 36 años de cárcel por atacar con un cuchillo a un vecino de un barrio de Sídney el 10 de septiembre de 2016.

Según la sentencia, Khan actuó motivado por el aniversario del terrorista del 11-S que perpetró Al Qaeda en Estados Unidos, argumentó la fiscalía.

El juez Geoffrew Bellew, que catalogó el asalto de “feroz e inhumano”, señaló que el acusado adoptó una ideología “depravada e inmoral” con el objetivo de matar en nombre de la religión, precisa ABC.

En mayo, un jurado encontró culpable a Khan, quien durante el proceso se declaró inocente de la acusación tras alegar problemas mentales.