Aquel día de 1994, Wang trabajaba en un puesto callejero de fruta y ella estaba a su lado. Desapareció de repente y sin dejar rastro.

Wang y su esposa pasaron años pegando carteles con la cara de su hija, en contacto con la policía y visitando orfanatos y hospitales, pero ha sido en el taxi, contando la historia a más de 17.000 pasajeros, cuando el padre logró llegar a más gente, informa Diario del Pueblo.

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La hija de Wang conoció el mes pasado a través de la prensa la búsqueda de su padre mediante el taxi, contactó con la policía y con sus padres el pasado 16 de marzo, y el 1 de abril se hizo una prueba de ADN que confirmó que era la niña perdida hace casi un cuarto de siglo.

La prensa china ofreció imágenes de Wang y su hija hablando emocionados a través de un ordenador, y se espera que la familia se reúna esta semana.

EFE