Ese laboratorio era desconocido hasta ahora, justo cuando el líder del régimen en Venezuela expuso sus gotas carvativir como el medicamento con el que empezarán a controlar el virus en ese país.

Una investigación del portal venezolano Armando Info —formado por periodistas ante la crisis y la censura de los medios en ese país— detalla que el Laboratorio Farmacológico de Venezuela (Labfarven) tenía “persona jurídica de un importador de repuestos para carros”.

El reporte, que cita al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria de Venezuela (Seniat), muestra que el laboratorio que produce las gotas para combatir la COVID-19 era una venta de repuestos, partes y accesorios de vehículos llamada Miami Customs & Accessories.

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En la imagen se puede ver que desde la compañía no tuvieron la precaución de cambiar su registro. Tampoco su actividad económica, que los dejó en evidencia.

Los ‘científicos’ de Labfarven tampoco ofrecen garantías

El medio alternativo venezolano expuso que el equipo responsable de la investigación que produjo las gotas carvativir “tampoco es un dechado de credenciales científicas”.

Señalan a Raúl Antonio Ojeda Rondón, que fue presidente de la Comisión Nacional de Intelectuales y Diplomáticos de la Asamblea Nacional Constituyente. También aparece Jheam Frank Campos Alvarado, a quien Armando Info define como un funcionario que ha trabajado con y para el Estado.

Maduro defiende las gotas milagrosas contra la COVID-19 y dice que publicará sus estudios

Nicolás Maduro aseguró que su país expondrá “en los próximos días” los estudios hechos al fármaco carvativir, que —según él— actúa de manera complementaria en los tratamientos contra el virus.

“Se ha desatado una campaña brutal contra el carvativir. Es un antiviral, ayuda como antiviral a parar, a neutralizar la célula del coronavirus”, dijo Maduro.

“Está demostrado científicamente, tenemos el estudio [y] en los próximos días será ejecutada la publicación científica internacional con todos los estudios del carvativir”, añadió.

El líder del régimen en Venezuela dijo que las dudas que despierta el fármaco están basadas en “la envidia” y “el egoísmo” de las potencias mundiales y las grandes empresas farmacéuticas.

“[Por] la suciedad de mente de algunos se les ocurre combatir con criterios ideológicos y políticos la razón de la ciencia“, concluyó.