Rusia advirtió el lunes del riesgo “real” de una Tercera Guerra Mundial después de que altos responsables estadounidenses visitaran Ucrania y aseguraran que podía ganar el conflicto con el “equipamiento adecuado”.

Ante las sanciones contra Moscú de los países occidentales y su creciente apoyo militar a Ucrania, Serguéi Lavrov puso de nuevo en alerta al mundo.

Lavrov también acusó al presidente ucraniano Volodimir Zelenski de “aparentar” que negocia.

“Es un buen actor (…), si se observa con atención y se lee con cuidado lo que dice, se encontrarán miles de contradicciones”, indicó.

“La buena voluntad tiene límites. Y si no es recíproca, no contribuye al proceso de negociaciones (…) Pero seguiremos manteniendo negociaciones con el equipo enviado por Zelenski“, dijo citado por agencias rusas.

Desde el inicio de la guerra, hace ya más de dos meses, Zelenski ha pedido incesantemente a sus aliados occidentales armamento pesado para poder contrarrestar la superioridad militar de Rusia.

Los llamamientos parecen tener eco. Varios países de la OTAN se han comprometido en los últimos días a proporcionar armas pesadas y equipos a Ucrania, pese a la protesta de Moscú.

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Ese apoyo se evidenció con la visita el domingo a Kiev de dos altos responsables estadounidenses, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y el secretario de Estado, Antony Blinken, que se reunieron durante tres horas con Zelenski.

“La primera cosa para ganar es creer que se puede ganar. Y ellos están convencidos que pueden ganar”, dijo Austin a periodistas después del encuentro. “Pueden ganar si tienen buenos equipamientos, el apoyo adecuado”, añadió.

En un discurso vespertino, el presidente Zelenski estimó que la victoria ucraniana era cuestión de tiempo y afirmó que “gracias a la valentía” de su pueblo, Ucrania “es un verdadero símbolo de la lucha por la libertad”.

Durante la visita, Austin y Blinken anunciaron el envío de 700 millones de dólares adicionales en ayuda militar, llevando hasta 3.400 millones de dólares la aportación total de Estados Unidos.

“Queremos ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania”, afirmó Austin tras volver el lunes a territorio polaco.

Sumándose a este apoyo, Reino Unido enviará una “pequeña cantidad” de lanzacohetes blindados antiaéreos Stormer, dijo el ministro de Defensa.

Estados Unidos aprovechó la visita a Zelenski para anunciar la reapertura paulatina de su embajada en Kiev y la próxima designación de su actual embajadora en Eslovaquia, Bridget Brink, como jefa de esta misión, un cargo vacante desde 2019.