La dramática situación se presenta en la localidad malagueña de Totalán (sur de España), en donde, según la familia del niño Yulen y otros testimonios, el menor se cayó al pozo el domingo pasado, un conducto de 25 centímetros de ancho y 110 metros de profundidad para la prospección de agua, situado en una finca privada de campo.

Los trabajos del túnel, que será excavado horizontalmente, se iniciaron después de que las máquinas empleadas para succionar la tierra bajo la que podría estar el menor encontraran una masa compacta a 73 metros de profundidad, que no se puede extraer.

En la operación se aprovecha la pendiente de la montaña donde se encuentra este pozo, en la sierra de Málaga.

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Según las autoridades españolas, esta es la alternativa más segura de las tres posibilidades que se estudiaban; las otras dos, la apertura a cielo abierto y la creación de un túnel paralelo al pozo, no están descartadas, sin embargo.

Hay tres factores que condicionan la operación: la seguridad del pequeño, emplear el menor tiempo posible y la orografía del terreno, que dificulta los trabajos y su seguridad.

Los servicios de auxilio encontraron una bolsa de golosinas y también sacaron un vaso del pozo, aunque la cámara introducida en el conducto por el momento no ha obtenido ninguna imagen que constate la presencia del niño.

“Se sigue trabajando sin descanso y con la misma intensidad”, dijo hoy la representante del Gobierno en la provincia de Málaga, María Gámez, quien insistió en la complejidad de las tareas de rescate.