El primero es el principal comandante militar iraní Qasem Soleimani; uno de los personajes más populares de ese país y un temido adversario de Estados Unidos y sus aliados.

Se trataba del jefe de la Fuerza Qods de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la república Islámica de Irán que se encarga de las operaciones exteriores de la república islámica. Como tal, este personaje ejerció una gran influencia en las negociaciones políticas sobre la formación de un gobierno en Irak, desde 2018.

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Tenía 62 años, pero incluso era una verdadera celebridad de Instagram en Irán, cuya cuenta contaba con numerosos seguidores. Para sus partidarios y para sus detractores, Soleimani desempeñó un papel importante en la lucha contra las fuerzas yihadistas y era hombre clave de la influencia iraní en Oriente Medio, donde reforzó el peso diplomático de Teherán, sobre todo en Irak y Siria, dos países donde Estados Unidos está implicado militarmente.

“Para los chiitas de Oriente Medio es una mezcla de James Bond, Erwin Rommel y Lady Gaga”, escribió el exanalista de la CIA Kenneth Pollack en su retrato de Soleimani para un número de la revista estadounidense Time dedicado a las 100 personas más influyentes del mundo en 2017. Pero “para Occidente es (…) responsable de haber exportado la revolución islámica de Irán, de apoyar a los terroristas (…) de librar las guerras de Irán en el extranjero”, agregó.

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¿Qué hacía en Irak? Soleimani ha hecho gala de su talento en el país vecino de Irán cada vez que había una situación política o militar relevante. La progresión del grupo Estado Islámico (EI), el referéndum de independencia en Kurdistán o actualmente la formación de un gobierno fueron algunas de las oportunidades en las que apareció, se reunió con las distintas partes y definió la línea a seguir, según afirman fuentes que asistieron a estas reuniones, mantenidas siempre en secreto, de acuerdo con la AFP.

En el extranjero, algunos líderes occidentales lo ven como un personaje central en las relaciones de Teherán con grupos como el Hezbolá libanés y el movimiento palestino Hamas. De ahí que el presidente iraní Hasan Rohani y hasta el ayatola Alí Jamenei no dudaron en asegurar que “vengarán” su muerte.

Al-Muhandis, el enemigo número 1 de Estados Unidos en Irak

Por otro lado, el primer ministro iraquí aseguró que prevé una “guerra devastadora” en su país. Una de las razones fue la muerte del jefe paramilitar iraquí Abu Mehdi Al-Muhandis, que también murió en el ataque estadounidense junto a Soleimani, que además era su amigo.

Jamal Jaafar Ibrahimi, su verdadero nombre, era el número dos de Hashd Al Shaabi, una coalición paramilitar proiraní que forma parte del aparato de Estado iraquí. Sin embargo, era conocido con el nombre de Al-Muhandis, ingeniero, en árabe.

Era conocido por sus violentas críticas a Estados Unidos mucho antes de la invasión en 2003 y la posterior ocupación estadounidenses de Irak. “Es el ejemplo perfecto de la manera en que Irán creó una red de tenientes en Irak”, explica a la AFP Phillip Smyth, un especialistas de los grupos chiitas armados.

En los años 1980 Al Muhandis, que tiene la doble nacionalidad iraquí e iraní y habla farsi, luchó contra el dictador Sadam Huséin desde el otro lado de la frontera. En esa época estuvo acusado de estar implicado en los atentados de 1983 en Kuwait contra las embajadas de Francia y Estados Unidos. Incluso fue condenado a muerte en ausencia por esas explosiones.

Luego contribuyó a la creación en Irak de las brigadas Kataeb Hezbolá, una facción de Hashd al Shaabi que Washington considera responsable de una serie de ataques recientes con cohetes contra intereses estadounidenses en Irak.

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En 2009, las brigadas de Hezbolá y Abu Mehdi Al Muhandis fueron inscritos en la lista estadounidense de “terroristas”. Estados Unidos acusa al comandante iraquí de mantener “redes de tráfico de armas” y de haber “participado en atentados contra las embajadas occidentales e intentos de asesinato en la región”.

Según el especialista Michael Knights, es el “enemigo más empedernido de Estados Unidos”, mucho más que el resto de las demás facciones proiraníes en Irak.