El futuro de la derrotada candidata Keiko Fujimori se tornó gris tras la proclamación de su rival, Pedro Castillo, como presidente electo de Perú, pues deberá encarar un juicio por lavado de dinero por el cual la fiscalía busca condenarla a 30 años y 10 meses de prisión.

La hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori denunció “fraude” en el balotaje del 6 de junio, aunque los observadores de la OEA lo desestimaron, y buscó demorar lo más posible la proclamación de Castillo.

Prolongar el momento de enfrentar a la justicia habría sido su objetivo principal, incluso desde que decidió aspirar a la presidencia, pues si ganaba habría gozado de inmunidad y sólo podría haber sido juzgada al final de su mandato, en julio de 2026.

Fujimorismo podría tener las horas contadas tras derrota de Keiko

“Deberá evaluar si se retira [de la política] y se vendrá el juicio. Temo que el fujimorismo se va a desmembrar”, declaró a la AFP el analista Augusto Álvarez, columnista del diario La República.

Además de ella, también irá a juicio por lavado de activos su esposo, el estadounidense Mark Vito Villanella, para quien la fiscalía solicitó 22 años y 8 meses de prisión. La fecha para iniciar el juicio oral debe ser anunciada en las próximas semanas, tras el desenlace electoral, según fuentes judiciales.

“Si hay un gobierno extremista en el poder […] va a hacer presión para lograr una condena injusta”, dijo a la AFP Fernando Rospigliosi, asesor en seguridad de Fujimori durante la campaña.

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La fiscalía ha pedido incluso disolver al partido fujimorista, Fuerza Popular, en caso que un tribunal condene a su líder. Esa colectividad alcanzó 24 escaños de un total de 130 en el Congreso, que entrará en funciones el 28 de julio, el día que asuma Castillo.

Sin embargo, si Keiko va a prisión, el fujimorismo corre el riesgo de ir a la deriva ante la irrupción de la ultraderecha en el Congreso, tercera fuerza política del país. Keiko Fujimori lidera desde hace 15 años el fujimorismo, una exitosa amalgama populista de conservadurismo moral y economía neoliberal que su padre instauró al frente del país entre 1990 y 2000.

Es la tercera vez que pierde un balotaje presidencial desde que postuló por primera vez en 2011, luego en 2016 y finalmente este 2021.

Fujimori, de 46 años, casada y con dos hijas adolescentes, pudo postular pese a tener en el zapato la piedra de una acusación de la fiscalía por recibir presuntamente dinero ilegal de Odebrecht para sus campañas de 2011 y 2016.

Ella ya pasó 16 meses en prisión preventiva en el marco de este caso, hasta que salió de prisión en mayo de 2020 bajo la pandemia, pero un juzgado le dictó impedimento de viajar fuera de Perú.