De acuerdo con el diario The Sun, el mosquito tigre fue atraído por las miles de piscinas que hay en la isla española y que se cerraron por la pandemia del COVID-19, lo cual ha creado un ambiente propicio para que estas puedan propagarse.

El mismo rotativo alerta que la picadura de ese insecto es capaz de atravesar la ropa y mide entre 5 y 10 milímetros.

El mosco asiático es de un color café oscuro o negro con líneas plateadas en el tórax y abdomen, además de marcas blancas en el lomo que simulan a un tigre, detalla el rotativo británico.

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Según un artículo de la revista Naturea diferencia del Aedes aegypti, un mosco que mayormente vive en zonas urbanas, utilizando la abundancia de contenedores artificiales de agua para criar a sus larvas alimentándose de sangre humana, el Aedes albopictus se puede encontrar con mayor frecuencia en entornos más rurales, alimentándose de una variedad de especies de mamíferos.

Además del mosquito tigre, también se conoció sobre la presencia del Aedes japonicus, otro insecto de origen asiático que han captado a través de las fotografías que los ciudadanos publican en la app de Mosquito Alert, y que guían la investigación de los expertos, finaliza The Sun.