De acuerdo con Dengfeng, el gobierno chino, liderado por el presidente Xi Jinping, ordenó el pasado 3 de enero destruir todas las muestras nuevas del coronavirus que estuvieran en instalaciones no calificadas para atender enfermedades infecciosas, indicó la revista Newsweek.

“Esta fue una medida para prevenir el riesgo de la seguridad biológica del laboratorio y evitar desastres secundarios causados ​​por patógenos no identificados”, manifestó este viernes en rueda de prensa el funcionario, en declaraciones recogidas por este mismo medio.

El semanario neoyorquino, igualmente, señaló que las autoridades del gigante asiático emitieron esta orden por recomendación de varios científicos e investigadores luego de que el virus fuera catalogado como “clase II o altamente patógeno”.

Dengfeng finalmente afirmó en la conferencia que había “requisitos claros sobre la recolección, el transporte, el uso experimental y la destrucción de las muestras del brote, para evitar posibles contratiempos o fugas”, agregó la publicación.

Hace una semana, por otro lado, el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania afirmó que Xi Jinping les pidió a las directivas de la Organización Mundial de la Salud que ocultara datos sobre el COVID-19, informó Infobae.

“El 21 de enero, el líder chino le pidió al jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que retuviera la información sobre la transmisión entre humanos y que retrasara la advertencia de una pandemia”, añadió el portal de noticias.

Las declaraciones de Dengfeng se dan en medio de las múltiples acusaciones que hay actualmente en contra del gigante asiático por parte de varios países, principalmente de Estados Unidos, debido al origen del coronavirus.

Donald Trump, incluso, aseguró este jueves que podrían romper todo tipo de vínculo con China por el manejo que le dieron a la pandemia. “Hay muchas cosas que podríamos hacer. Podríamos cortar toda relación”, concluyó.