De acuerdo con el Departamento de Policía, el hombre “escapó corriendo” del lugar de los hechos y golpeó a uno de los uniformados luego de que lo atraparan. En la huida dejó caer varias prendas de ropa que llevaba en la mano, agregó.

“Los oficiales notaron que dentro de la pila de ropa había una pistola semiautomática negra”, manifestó en rueda de prensa Brandon Dean, teniente de la oficina del sheriff del condado de Los Ángeles.

En ese momento los agentes dispararon. Kizzee, alcanzado por varias balas, murió en el acto. Las autoridades de esa ciudad no aclararon si la víctima estaba buscando el arma cuando recibió los tiros.

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“Los policías estaban tratando de atraparlo y quitarle sus cosas. Se dio la vuelta para correr y lo alcanzaron con una descarga de taser en la parte posterior de la pierna. Al final, le dispararon”, aseguró una testigo del hecho.

Debido a este nuevo acto de brutalidad policiaca, varias protestas callejeras fueron convocadas este martes en Los Ángeles por el capítulo local del movimiento ‘Black Lives Matter’ (Las vidas negras importan)

Estados Unidos, nuevamente, es escenario de una ola de protestas antirracistas luego de que la semana pasada un policía blanco disparara siete veces a quemarropa contra Jacob Blake, un ciudadano afrodescendiente de Kenosha, Wisconsin.