Según informó el domingo la policía, el equipo que se aproximó a 400 metros de la isla vio a miembros de la tribu en la playa donde John Allen Chau, de 27 años, fue visto por última vez, antes de perecer acribillado a flechazos.
Esta tribu de cazadores recolectores vive en una isla del archipiélago indio de Andaman y Nicobar, y rechaza con hostilidad los intentos de contacto del mundo exterior. Su idioma y sus costumbres son un misterio.
Gracias al uso de binoculares, los oficiales vieron a hombres armados con arcos y flechas, las armas que supuestamente utilizó esta tribu para matar al “misionero” mientras éste pretendía evangelizarlos.
“Nos miraron y nosotros les estábamos mirando a ellos”, contó a la AFP Dependra Pathak, un responsable de la policía regional. El bote se retiró enseguida para evitar cualquier tipo de confrontación.
La policía está llevando a cabo grandes esfuerzos para evitar cualquier perturbación para la tribu en su búsqueda del cuerpo de Chau.
Esta tribu preneolítica de cazadores y recolectores vive en autarquía desde hace siglos en esta isla, totalmente prohibida para los extranjeros.
El temor de que enfermedades tan comunes como un resfriado puedan hacer desaparecer a la tribu o que la electricidad o internet terminen con su estilo de vida han dejado a los habitantes del lugar en total aislamiento.
La muerte del joven estadounidense ha puesto de nuevo el foco en los esfuerzos para proteger a una de las últimas tribus “no contactadas” del mundo.
El pescador que llevó a Chau hasta Sentinel del Norte dijo que vio a la tribu enterrando el cuerpo en la playa.
Siete personas, incluidos seis pescadores que estuvieron involucrados en el traslado de Chau a Sentinel del Norte, han sido detenidos.
Los pescadores acompañaron al equipo policial a la isla para ayudarles a determinar dónde fue asesinado Chau.
Los antropólogos y expertos en tribus que tuvieron anteriormente algún escaso contacto con los miembros de esta tribu están colaborando con la investigación.
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