Para dar a entender lo cánones del periodismo, los profesores de esa área ponen como ejemplo primero lo que no es noticia: que un perro muerda a un hombre; pero sí lo es cuando ocurre lo contrario: que un hombre muerda a un perro, porque resulta insólito.

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Así como resultó inaudito el caso que se presentó en el condado de Sumner, situado en el estado rural de Kansas (centro de Estados Unidos), en donde, si bien un hombre no agredió a un perro, sí se convirtió en la víctima fatal de un mal paso del animal.

El can mató de un tiro al hombre, un cazador, al pisar un fusil que estaba en la parte trasera de una camioneta, el pasado fin de semana, informó la oficina del sheriff del condado de Sumner.

El animal se encontraba sentado en la parte trasera del vehículo el sábado, en donde había “material de caza y un fusil”, cuando “caminó sobre el arma, provocando una detonación”, precisó el despacho policial.

La víctima, un hombre de 30 años, se encontraba en el asiento del copiloto de la camioneta cuando recibió el balazo. “Murió en el lugar”, agregaron las autoridades.

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La investigación prosigue, pero, según las primeras informaciones, “se trata de un accidente de caza”, afirmó la oficina del sheriff.

Las autoridades no han dicho si la víctima es el dueño del perro. Tampoco precisaron otros detalles como de qué raza es el animal.

El hecho anima la reflexión sobre el porte y uso de armas en ese país, donde circulan ampliamente, en particular en los estados rurales. El número de armas en circulación en Estados Unidos es superior a la cantidad de habitantes.