El parte oficial de la aerolínea habló de 8 tripulantes y 4 pasajeros lesionados (vea al final el comunicado de Avianca).
La argentina Marisol Alonso viajaba con su pareja en la parte posterior del avión. Ella ocupaba la silla 31.
El vuelo transcurría con normalidad. Hace poco habían repartido la cena y recogido “los elementos de servicio”. Hoy, al recordar el traumático episodio, cree que, quizás, hubo más ruidos de lo normal, según relató a Caracol Radio.
El piloto avisó a los pasajeros que el avión estaba a punto de atravesar la Cordillera de los Andes, que era una zona con probabilidad de turbulencias, por lo que recomendó mantener abrochados los cinturones.
5 minutos después comenzó la pesadilla.
“Sentimos que el avión se inclinó para el lado derecho del ala y comenzó a descender en caída y se vieron movimientos muy bruscos, se abrieron los compartimientos, empezaron a caer cosas”, dijo Marisol a Caracol.
En medio del sobresalto, ella volteó a mirar hacia atrás y vio a una de las azafatas totalmente descompuesta, en choque, lo que la llevó a inferir en segundos que la situación era grave, fuera de lo normal, y que el final de ‘todo’ estaba cerca.
El avión seguía en caída.
“No sé cuánta cantidad de metros fue, pero nosotros sentimos que nos íbamos a estrellar porque no lo podían estabilizar. Demoró unos minutos, no sabría decirle con exactitud cuántos porque en ese momento uno pierde todo tipo de conocimiento en lo que es el tiempo y el espacio”, dijo.
Marisol vio caer a un señor que vestía camiseta negra, que cargaba a una criatura de menos de 3 años.
“Las luces se apagaron por completo. Ni siquiera estaban las luces de emergencia del pasillo. El avión quedó muy oscuro. Se escuchaban gritos”, dijo.
Especula que la sacudida podría haber durado 3 o 4 minutos. Recuerda que para ese momento ya se habían encendido algunas luces de emergencia, lo suficientemente potentes como para ver el efecto de la caída.
“Veíamos todo esparcido por todos lados”, dijo.
Pero antes de que pudiera asimilar que estaba viva y se había salvado, se inició otra turbulencia.
“El impacto de este segundo fue un poco más leve que el primero”, dijo. El pánico y los gritos dieron lugar a los rezos y la espera por “lo peor”.
Marisol cree que esta segunda turbulencia, o bloque de turbulencia pudo haber durado 20 minutos.
Y a pesar del drama que habían vivido pasajeros y tripulación, el piloto, tal vez con la intención de tranquilizar dijo algo absurdo: que habían pasado por una turbulencia de leve a moderada, versión que ni él mismo creía, a juzgar por lo que dijo el comunicado oficial: que se trataba de una turbulencia fuerte.
Los pasajeros cortados y lesionados que vio Marisol, más de los que dice Avianca, le dicen que la situación fue grave.
Pero aún está esperando que la aerolínea le explique qué ocurrió y si el avión estaba en buena condición mecánica, que al parecer sí lo estaba, pues pese a sufrir averías en la cabina, como la rotura de algunos paneles en el techo, el avión cumplió con su itinerario de regreso, 6 horas más tarde, según dice el informe en el video que presentamos a continuación, después del comunicado de Avianca.
Relato recreado con imágenes de la película Flight, protagonizada por el actor Denzel Washington.
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