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Con gritos de júbilo, aplausos y bailes, los palestinos del sur de Gaza recibieron eufóricos el anuncio de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que busca poner fin a una guerra que dejó devastado el enclave. Lucas Lazo, corresponsal de RFI, salió a recoger los testimonios de la población.en Ramala, en la Cisjordania ocupada.
Israel y Hamás aprobaron este jueves la primera fase del plan del presidente estadounidense Donald Trump para poner fin al conflicto en la Franja de Gaza, allanando el camino hacia un alto el fuego y la liberación de los rehenes en poder del grupo islamista palestino.
Un grupo de más de diez jóvenes coreó “Allahu akbar” —Alá es el más grande— frente al hospital Naser de Jan Yunis, poco después de conocerse la noticia. Uno de ellos levantó a su compañero en hombros, en un gesto de espontánea alegría.
“Damos gracias a Dios por este alto el fuego, gracias por el fin del derramamiento de sangre”, dijo Abdelmajid Abedrabbo, esidente del sur de la Franja de Gaza.




“Toda la Franja de Gaza se alegra, todo el mundo árabe está contento con el alto el fuego”, añadió, agradeciendo también “con amor” a “todos aquellos que nos apoyaron y jugaron su papel para poner fin al derramamiento de sangre”.
“Es un sentimiento extraño e indescifrable después de dos años de bombardeos, miedo, terror y hambre. Es como si naciéramos de nuevo”, comentó a la AFP Jaled al Namnam, de 26 años, desplazado en el campo de Al Maghazi, en el centro de la Franja.
Israel afirmó este jueves que el alto el fuego en la Franja de Gaza comenzará “en las 24 horas” siguientes a la reunión de su gabinete de seguridad, prevista para las 14H00 GMT.
Alivio y desconfianza en Ramala
Lucas Lazo, corresponsal de RFI en Ramala, en Cisjordania ocupada, recogió los testimonios de algunos habitantes de esa localidad que oscilan entre el alivio y la desconfianza.
“Estoy muy, muy, muy feliz…”. Con los ojos clavados en la pantalla de su teléfono, pendiente de cualquier noticia que llegue desde Gaza, Hamoudeh abre aliviado su panadería esta mañana: “El fin de la guerra significa el fin del derramamiento de sangre y de los muertos. Esperemos que Gaza pueda reconstruirse; se necesitará el apoyo de los países árabes”.
“Gracias, Trump. Gracias a los países árabes y a Turquía por haber contribuido a la conclusión de este acuerdo. Ya era hora de que sucediera. Gracias a Dios. En Gaza han sufrido durante dos años completos”, dice un profesor de inglés mientras camina hacia su trabajo.
La presión de Turquía sobre Hamás y de Estados Unidos sobre Israel habría acelerado las negociaciones para alcanzar el acuerdo, pero la desconfianza persiste. Hamid, sentado en un café, comenta: “La experiencia de Israel en este tema es completamente demente, ¿saben? Quiero decir, cada vez tienen su propia interpretación de la iniciativa. Si miran lo que pasó en Siria y en Líbano, verán lo que va a pasar en Gaza”.
En Cisjordania, los habitantes recuerdan el anterior alto el fuego, interrumpido súbitamente en marzo pasado con la reanudación de los bombardeos israelíes sobre la Franja.
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