Yun Zhang, de los Observatorios astronómicos nacionales de la Academia de las ciencias china, y Douglas N.C Lin, de la Universidad de California en Estados Unidos, emplearon simulaciones informáticas para demostrar “cómo objetos como el Oumuamua pueden formarse bajo la influencia de fuerzas de mareas como las que afectan a los océanos de la Tierra”.

Lin explica en la revista Nature Astronomy que pudieron probar que objetos similares al ‘Oumuamua’, el primer objeto interestelar conocido que ha entrado en nuestro sistema solar, “pueden formarse debido a una amplia fragmentación mareomotriz durante encuentros de sus cuerpos matrices con sus estrellas anfitrionas, y luego ser expulsados al espacio interestelar”.

Zhang señala que el Oumuamua (palabra hawaiana que significa “un mensajero de lejos que llega primero”) es diferente a cualquier otro cuerpo del sistema solar y tiene una superficie seca, forma alargada y un movimiento peculiar.

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Estas características le distinguen por ejemplo de los cometas y le hacen similar a cuerpos rocosos como los asteroides del sistema solar, sostienen los científicos, que consideran probable que haya una larga población de objetos interestelares aún desconocida.

Zhang y Lin realizaron varias simulaciones de alta resolución para recrear “las dinámicas estructurales de un objeto que vuela cerca de una estrella”. También constataron que, si el objeto está lo suficientemente cerca, la estrella puede romperlo en fragmentos alargados que son entonces expulsados al espacio interestelar, se explica en la revista.

Zhang considera que esta teoría explica no solo el modo en que pudo producirse un solo ‘Oumuamua’, sino también la posible formación de toda una población de objetos interestelares parecidos a asteroides.

Cuando el asteroide pasó por el sistema solar, su forma alargada y su peculiar trayectoria y oscilación rotatoria hicieron que muchos incluso pensaran que se tratara de un objeto de origen alienígena.