Mediante un comunicado de prensa, la agencia manifestó que 23 ancianos han muerto recientemente luego de recibir la vacuna contra el coronavirus, desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer.

El ente, igualmente, reiteró que los adultos mayores de 80 años y las personas que presentan comorbilidades graves pueden registrar efectos secundarios fatales, una vez sean inmunizados con el tratamiento.

“En Noruega estamos vacunando a ancianos y personas en geriátricos con enfermedades subyacentes delicadas, por lo que se espera que ocurran decesos cercanas al momento de la inoculación”, precisó.

Aunque no hay evidencias que los vinculen directamente con la vacuna de Pfizer, la agencia puntualizó que los decesos de los ancianos seguirán en investigación y que cualquier novedad será notificada.

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La NOMA, además, aseguró en el documento que no pueden descartar que las personas inmunizadas registren después de recibir el tratamiento algunas reacciones adversas comunes, como fiebre, náuseas y problemas estomacales.

“Se debe realizar una evaluación para cada paciente individual para determinar si los beneficios de la vacunación superan los riesgos de posibles efectos secundarios. Los casos notificados no han tenido ningún impacto en la estrategia de vacunación de Noruega”, concluyó.

En el país nórdico, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins, se han presentado hasta el momento 58.651 casos confirmados y 517 muertes relacionadas al coronavirus, siendo una de las naciones que mejor ha manejado la pandemia.