Escrito por:  Redacción Mundo
May 9, 2025 - 9:11 am

César Piscoya es un hombre peruano que conoce al ahora papa León XIV desde hace casi 30 años. Su contacto con él ha sido constante y eso le ha permitido conocer de cerca lo que ha sido su crecimiento dentro de la Iglesia y otros detalles de casi la mitad de su vida, pues el nuevo papa tiene 69 años.

En una conversación con Blu Radio, Piscoya reveló que Robert Francis Prevost Martínez decidió hacer una modificación a su nombre cuando llegó a Lationamérica. Según el hombre peruano, desde que llegó a Perú, Robert decidió llamarse Roberto, lo que lo hizo mucho más cercano a la comunidad.

“Toda la vida le he escrito. Ayer (día de su elección) que lo saludé, siempre le he dicho Roberto. Lo conozco desde el (19)96 y fue siempre, desde el primer momento en el que lo conocí, mi amigo. No dejó de serlo ni cuando lo hicieron cardenal”, aseguró Piscayo.

(Vea también: Primera decisión del papa León XIV ya dejó a más de uno pensando: “Nos tomó por sorpresa”)

Sobre su llegada de Estados Unidos a Perú, este hombre peruano recordó: “Llegó como misionero y él se presentaba como Roberto. Eso se nos quedó desde el primer momento. Él era muy flaco, muy bajito; tiene más rasgos españoles que americanos, entonces pegó muy rápido a Piura, a donde él llegó de misionero. Entonces para nosotros fue padre Roberto”.

“Él cuando se presentaba decía ‘soy Roberto’. Esto fue un gesto desde el primer momento que lo conocimos”, recordó con una sonrisa Piscayo.

Esa misma decisión de no llamarse Robert, sino Roberto, provocó buenas sensaciones, razón por la que lo siguió haciendo en Colombia y el resto de países a los que viajaba por su ascendencia entre la orden de los agustinos en Latinoamérica.

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Aunque en Colombia nadie ha hablado de cómo fueron sus visitas, diferentes medios han reportado supuestas visitas del entonces padre Roberto a varias ciudades del país. De hecho, hay una imagen en la que se menciona como superior general de la Orden de San Agustín, en el Colegio Liceo de Cervantes, de Barranquilla.

Piscayo señaló en la entrevista con Blu Radio que Robert Francis Prevost llegó a Perú entre 1986 y 1987 (sin tener clara la fecha), luego de haber estudiado en Roma Derecho Canónico.

Se conocieron en 1996 y ese primer encuentro lo marcó: “Él llegó a mi casa a recogerme cuando decidí hacerme miembro de los agustinos. Consoló el llanto de mi madre y calmó la desesperación de mi padre”, recordó Piscayo, quien empezó un camino de sacerdocio, pero le tocó retirarse cuando estaba en la etapa de preparación por diferentes problemas de salud. Eso sí, sin importar las circunstancias, dice, su vínculo con el ahora papa León XIV se ha mantenido.

2022 fue el último año en el que Piscayo se vio con Roberto. Si bien mantuvieron un contacto constante por mensajes en momentos precisos, los constantes viajes del entonces obispo a Roma hicieron que sus cuerpos se alejaran, aunque sus corazones seguían conectados.

Mientras que para el mundo, era el obispo Robert Prevost, para la comunidad peruana y especialmente la Chiclayo, en Perú, seguía siendo Roberto. De hecho, los siguió siendo en abril de 2023, cuando fue declarado prefecto del Dicasterio para los Obispos (entidad dentro del Vaticano que se encarga de ordenar a los obispos del mundo), y posteriormente, cuando el mismo papa Francisco lo hace cardenal en septiembre de 2023. Fue precisamente por esa labor dentro de la Iglesia que él tenía un constante contacto con el papa Francisco.

De hecho, este último no es un dato no menor, pues Roberto, como seguramente lo llamarán en Latinoamérica para hacerlo más cercano y que evidentemente a él no le molesta, no ha cumplido ni dos años de cardenal, pero sí logró ganarse la confianza del resto de los cardenales, incluso de los más experimentados, para convertirse en el papa 267 de la historia.

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