
Tras la muerte del papa Francisco el 21 de abril de 2025, la plaza de San Pedro se llenó de júbilo con la aparición de la fumata blanca que anunciaba la elección del nuevo pontífice. El cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Chicago en 1955 y miembro de la Orden de San Agustín, fue elegido como el nuevo papa bajo el nombre de León XIV. Con una trayectoria como misionero en Perú y diversos roles eclesiásticos, su designación marcó un momento histórico para la Iglesia.
El cónclave que lo eligió reunió a 133 cardenales de todos los continentes en la Capilla Sixtina. Aunque hubo divisiones entre posturas conservadoras y reformistas, finalmente se alcanzó un consenso. Cada cardenal votó con una tarjeta especial, conforme a la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, y Europa, aunque mayoritaria, compartió protagonismo con Latinoamérica, África y Asia en el proceso de elección del papa número 267.
¿En qué trabajaba León XIV?
En menos de dos años, Prevost ascendió rápidamente dentro del Vaticano. Llegó como cardenal nombrado por Francisco y se convirtió en uno de los más cercanos al fallecido papa. Según contó Alberto Linero en Blu Radio, León XIV era el encargado de elegir los obispos, luego debía mantener una reunión con Francisco para mostrarle los nombres.
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Posteriormente, Francisco escogía de esta lista, por lo que debían tener un contacto muy cercano. Cabe resaltar que Francisco fue quien lo nombró cardenal y lo hizo trabajar con él de la mano.
¿Qué significa el nombre León XIV?
El nuevo papa eligió el nombre León XIV, una denominación con gran peso simbólico en la historia de la Iglesia, ya usada por trece pontífices anteriores, incluido San León Magno. El león representa fuerza, liderazgo y coraje, y está vinculado a figuras como San Marcos y Cristo como el “León de Judá”. Su aparición ante los fieles fue un momento emotivo, especialmente por su conexión con América Latina, dado su trabajo pastoral en Perú.
Además, es el segundo papa americano en la historia, lo que ha entusiasmado a diversos sectores, aunque también inquietudes por su posible cercanía con Donald Trump y posturas conservadoras. En cuanto al cambio de nombre papal, esta tradición se remonta al año 533, cuando el papa Mercurio adoptó el nombre Juan II para evitar una asociación pagana. Desde entonces, elegir un nuevo nombre simboliza el inicio de una nueva misión espiritual y suele rendir homenaje a figuras destacadas de la fe católica.
¿Qué piensa León XIV de Donald Trump?
Prevost dedicó gran parte de su vida a labores misioneras en Perú, lo que marcó su enfoque pastoral centrado en los más vulnerables. Su elección rompe con una tradición histórica en la Iglesia y refleja un giro hacia una visión más global e inclusiva.
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Con una trayectoria que combina pragmatismo estadounidense y cercanía latinoamericana, León XIV enfrenta desafíos como la polarización interna de la Iglesia y las tensiones con figuras políticas como Donald Trump. Su postura crítica frente a las políticas antimigratorias del presidente lo posiciona como una posible “némesis” de Trump, especialmente por su experiencia en comunidades pobres de América Latina, lo que refuerza su compromiso con los marginados y migrantes.
“Es un cardenal que cotiza al alza porque podría ser la némesis de Trump, y en este momento la Iglesia necesita separarse del emperador que ha llegado a vestirse de Papa”, dijo el teólogo José Manuel Vidal, director de Religión Digital.
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