Además de las cuestiones más obvias, los ojos del mundo estarán puestos en el Vaticano para conocer cuáles serán las diferencias más notables entre el pontificado de Robert Francis Prevost Martínez, de ahora en adelante León XIV y el de Jorge Mario Bergoglio, quien vivió hasta sus últimos días con el título de Francisco.
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León XIV inició su participación en la vida pública agradeciendo a su predecesor, un gesto que no corresponde a una simple cortesía, sino que demuestra la cercanía de Francisco con los cardenales, a quienes ordenó en su mayoría. Francisco reconoció al estadounidense Robert Francis como trabajador de la iglesia y así se hizo evidente en 2023, cuando le dio uno de los cargos más importantes como prefecto del dicasterio para los obispos.
Entre Francisco y Robert Francis seguramente hubo algún intercambio de palabras en español, puesto que el nuevo papa, además de tener ascendencia española, cuenta con una trayectoria de cuatro décadas en la iglesia del Perú. En ese país llegó a administrar la diócesis de Chiclayo, una ciudad que no olvidó ni siquiera durante su primer discurso en la plaza de San Pedro.
“Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú”, expresó el papa en un fluido español.
Aunque nació en Chicago, en 1955, León XIV ostenta la nacionalidad peruana y muchos creen que este detalle permitirá una transición armónica entre pontificados. “Es un puente entre distintas culturas, se ha pronunciado a favor de la actitud de Francisco. No será igual, pero sí tendrá esa misma línea pastoral de atención a los más descartados, a los más pobres, con un mensaje social fuerte desde el evangelio“, le dijo el profesor en Derecho Canónico, José Yamid Castiblanco a France24.
Adicionalmente, el hecho de haber escogido continuar con el nombre de León, puede ser visto como una intención de homenajear también al propietario anterior del título. León XIII es reconocido por analistas e historiadores como un papa reformista, que reconoció los cambios sociales y la necesidad de adaptación de la iglesia en pleno advenimiento de la industrialización.
“El nombre es un profundo signo de compromiso con los temas sociales. Creo que este papa está diciendo algo sobre la justicia social, al elegir este nombre, que va a ser una prioridad. Está continuando gran parte del ministerio de Francisco”, según Natalia Imperatori-Lee, directora de estudios religiosos en la Universidad de Manhattan, explicó a AP.
¿Qué diferencias hay entre los agustinos y los jesuitas?
Los agustinos y los jesuitas son dos grupos religiosos dentro de la Iglesia católica con formas diferentes de vivir su fe. Los agustinos, a los que pertenece el nuevo papa León XIV, siguen las enseñanzas de San Agustín y viven en comunidad, ayudándose unos a otros y promoviendo la cercanía con las personas a través de la vida parroquial. Se enfocan en la enseñanza y la labor pastoral en iglesias locales, donde acompañan a los fieles en sus necesidades espirituales.
Los jesuitas, como el papa Francisco, fueron fundados por San Ignacio de Loyola y tienen un enfoque más educativo y misionero. Se dedican a dirigir colegios y universidades en distintas partes del mundo, además de llevar la fe a lugares donde la Iglesia tiene poca presencia. Su misión es más global, con énfasis en la enseñanza y el trabajo social.
La elección de León XIV representa un cambio, ya que su formación agustiniana lo hace más cercano a las comunidades locales, como las parroquias, los barrios y los grupos que buscan orientación espiritual dentro de sus ciudades, mientras que Francisco tenía una visión más internacional y enfocada en la educación y la justicia social. Según El Catolicismo, los agustinos priorizan la vida en comunidad y el contacto directo con los fieles, lo que podría influir en la forma en que León XIV guíe la Iglesia en los próximos años.
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