El padre de Blake informó, citado por CBS Minnesota, que se enteró de que su hijo había sido impactado por 8 balazos mientras conducía entre Charlotte (Carolina del Norte) a Kenosha (Wisconsin) para visitar a su hijo en el hospital, aunque en ese momento aún no conocía detalles del incidente, como el número de balas que impactaron su cuerpo.

Los médicos dicen, según el medio, que aún no se sabe si la parálisis será permanente, pues las heridas y el daño sobre el cuerpo aún están muy recientes.

Mientras tanto, manifestantes contra el racismo y la brutalidad policial se reunieron en la noche del martes al miércoles bajo la misma consigna: “Sin justicia, sin paz”.

Como ocurrió luego que un policía blanco asfixiara a George Floyd en mayo, el intento de arresto de Blake en Kenosha, Wisconsin, fue filmado por un testigo.

Las imágenes tomadas con un teléfono celular muestran a Blake, un padre de familia de 29 años, perseguido por dos policías que lo balean a quemarropa cuando entraba a su auto, frente a sus 3 hijos.

Un agente lo toma de la camiseta cuando abre la puerta del vehículo e intenta abordarlo. El policía dispara -la grabación permite escuchar siete tiros- y lo hiere gravemente en la espalda.

“¿Qué justifica esos balazos?,”¡Qué justifica hacerlo ante mis nietos””, dijo el martes el padre de la víctima al diario Chicago Sun Times e indicó que por el momento su hijo está hemipléjico.

“Tiene parálisis de la cintura para abajo”, afirmó el padre, que también se llama Jacob.

Herman Poster, primo de la víctima, declaró al sitio The Daily Beast que Jacob Blake volvió la mañana del martes a ser sometido a una cirugía. Los médicos “buscan hacer reaccionar algunos nervios”, indicó.

Ese acto fue condenado por celebridades como el basquetbolista Lebron James, que pidió la cabeza de Donald Trump por su incapacidad de contener la ola de racismo que se desató en EE. UU.