“Al presionar el botón de registro en la parte inferior, acepta que existe un riesgo de exposición a covid-19 en cada lugar público donde otras personas estén presentes. Al participar en esta reunión, usted y los invitados presentes asumirán todos los riesgos asociados con covid-19”, figura escrito en la página de la reunión que tendrá lugar en Oklahoma el viernes 19 de junio.

También se les pide que no culpen a un miembro o afiliado de la campaña de reelección del presidente por un posible contagio, pero no se menciona el uso de tapabocas en los eventos ni de alguna prueba o sugerencia que impida que infectados asistan.

La reanudación de su actividad de campaña en busca de la reelección, en los comicios de noviembre, incluirá actos en cuatro estados (Oklahoma, Florida, Arizona y Carolina del Norte), a pesar de que la pandemia sigue haciendo estragos en el país.

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En Florida, Arizona y Carolina del Norte, el número de contagios registrados incluso aumentó últimamente, mientras que el país entero ya sufre la pérdida de 113.000 vidas a causa de la COVID-19 y se registran más de dos millones de contagios.

El anuncio de una reunión en Tulsa, Oklahoma, creó controversia en momentos en que el país transita un examen de conciencia sobre el racismo, tras la muerte de George Floyd. Tulsa fue el escenario de una masacre racista en 1921 cuando una multitud de blancos mató a cientos de afroamericanos en un próspero distrito negro de la ciudad. Además, la fecha elegida corresponde al “Día de la Libertad”, que celebra la abolición de la esclavitud en Texas el 19 de junio de 1865.

El demócrata Joe Biden aún no anunció la reanudación de sus actos de campaña.