El ministro de Salud Roberto Speranza indicó que la primera víctima era una de las dos personas infectadas en Véneto, cuya capital es Venecia, mientras que cinco médicos y otras diez personas son portadores del nuevo coronavirus en la vecina región de Lombardía, donde se ubica Milán.

Fue allí donde, en el transcurso de la madrugada, se confirmó la segunda muerte: otra italiana que también llevaba el mismo tiempo hospitalizada.

El anuncio se produce tras el cierre de todos los espacios públicos y la anulación de los actos deportivos y religiosos en 11 ciudades del norte de Italia (diez en Lombardía y una en Véneto), debido a la aparición de nuevos casos de contagio.

La decisión se tomó después de que se identificara un primer foco de infección en Codogno, cerca de Lodi. En esta zona situada a unos 60 km al sudeste de Milán, más de 50.000 personas han sido puestas en semiconfinamiento en sus casas.

El jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, aseguró el viernes desde Bruselas que “todo está bajo control”, y subrayó que el gobierno mantuvo un “nivel muy alto de protección”.

Todos los eventos deportivos fueron suspendidos, mientras los habitantes han sido invitados a no salir de sus casas durante al menos los próximos cinco días.

“Es necesario aislar inmediatamente las zonas donde se desarrolló el virus para contenerlo”, explicó el responsable de la Protección Civil de Lombardía, Pietro Foroni.

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El primer caso registrado fue justamente en Codogno y se trata de un italiano de 38 años, el cual se encuentra internado en cuidados intensivos y su estado es considerado grave por los médicos del hospital local.

El paciente fue infectado por otro italiano, un portador libre del nuevo coronavirus, pero que estuvo en China hace varias semanas.

Según informan los medios, el contagio tuvo lugar durante cenas con amigos. La esposa del paciente, embarazada de ocho meses, y un amigo con el que practicaba deporte, se encuentran entre los casos confirmados.