El funcionario fusilado desapareció el pasado lunes, cuando trabajaba en un buque del Ministerio de Pesca cerca a la frontera marítima occidental. Al parecer, lo asesinaron a tiros e incineraron su cadáver luego de rociarlo con combustible.

Mediante una carta oficial, Kim Jong-un aceptó y se disculpó por la muerte de este hombre, quien no fue identificado, a manos del ejército de su país, indicó en rueda de prensa Suh Hoon, director de la oficina presidencial de Corea del Sur.

En el documento, de acuerdo con Hoon, el líder norcoreano afirmó que “lamenta mucho decepcionar” al presidente Moon Jae-in y a otros funcionarios de esa nación debido a este lamentable incidente.

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El régimen, igualmente, informó en el texto que el caso está siendo investigado por las autoridades competentes, tal y como indica su protocolo de actuación, agregó el funcionario surcoreano.

A pesar de que no detalló el contenido de los mensajes, Hoon afirmó en la conferencia de prensa que Jae-in y Jong-un han intercambiado recientemente varias comunicaciones, a través de la correspondencia.

Este sábado, por otro lado, Seúl informó que le solicitará a Corea del Norte una investigación adicional sobre este caso. “Debido a que hay una gran diferencia entre lo notificado en la carta y lo establecido por nuestros sistemas de espionaje, hemos decidido pedir nuevas indagaciones para esclarecer los hechos”, enfatizó el Consejo de Seguridad Nacional surcoreano.