Hace unas tres semanas, el joven notó hinchazón y algunas manchas negras en su pulgar de la mano derecha, por lo cual fue al médico, el cual le diagnosticó una infección bacteriana y le recetó antibióticos y analgésicos, para el dolor y bajar la hinchazón, publica el diario The Mirror.

Sin embargo, estos síntomas siguieron empeorando y Abdullah Sani tuvo que ir de urgencias a un hospital de Shah Alam. Allí, se dieron cuenta de que el joven malayo tenía fragmentos de vidrio incrustados en su pulgar, debido a que jugaba constantemente en su celular con la pantalla quebrada, explica ese medio.

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Los doctores que lo atendieron le dijeron que si hubiera seguido jugando así por un tiempo más, habrían tenido que amputarle el pulgar. Una espantosa imagen, que Pulzo se abstiene de difundir, publicada por su hermano en las redes sociales muestra el alcance de la lesión.

Abdullah Sani fue dado de alta del hospital para recuperarse y solo tuvo que regresar para que le limpiaran la herida. Además, dijo a los medios locales que esperaba que otros reemplazaran sus protectores de pantalla rotos para que no terminaran como él, finaliza The Mirror.