Un ejemplo de solidaridad digno de ser imitado, destacado por The New York Times, se está dando en Inglaterra, donde personas con puestos de trabajo glamurosos se han puesto el overol para atender a sus compatriotas más necesitados.

Tal es el ejemplo de la dueña de una agencia de viajes que antes de la pandemia preparaba un viaje de lujo para personas que quisieran ir a ver la premier de la más reciente película de James Bond en Mónaco, donde a cada turista le esperaba un lujoso Aston Martin DB5, igual que el del agente 007, para llevarlos al teatro.

5G

Artículo relacionado

Creyeron que redes 5G transmitían coronavirus y destrozaron antenas, en Reino Unido

La mujer no llevó a cabo el viaje por las razones obvias de la cancelación de la premier de la cinta y el confinamiento de personas en el Reino Unido por cuenta del coronavirus, relata el ‘Times’.

El medio informa que la mujer, para sentirse útil, decidió enlistarse como voluntaria y ahora le compra y le lleva el mercado a la puerta a un anciano contador de 73 años que siempre le agradece desde la ventana cuando ella le deja sus compras en la puerta, mientras la voluntaria se lamenta de no poderle subir el mercado directamente a su apartamento, pues no se permite tener contacto con los adultos mayores, para protegerlos.

Dice el diario neoyorquino que noticias como esta le caen muy bien a una población agobiada por la pandemia del coronavirus (786 muertos tan solo el 6 de abril), en la que el mismo primer ministro se encuentra en una unidad de cuidados intensivos luchando contra la enfermedad, y por los dolores de sus separación del resto de Europa (‘brexit’).

Chloe Middleton

Artículo relacionado

Joven de 21 años sin enfermedades muere luego de contagiarse con el coronavirus

Sobre todo la ayuda a los adultos mayores, que en su mayoría viven solos y no pueden salir a comprar comida, llega en el menor momento; incluso, publica el medio, mucho de esos voluntarios sacan dinero de su propio bolsillo y se lo devuelve la persona en casa, una vez le hagan la entrega.

Mientras los negocios vuelven a la normalidad, voluntarios como la señora de la agencia de viajes le ven el lado bueno a lo que hacen, pues en el caso de ella, dice citada por el ‘Times’, ha hecho “amigos que en otras épocas habrían sido extraños en la acera”.