Según el Comité de Instrucción regional, el hombre estaba trabajando la tierra para sembrar papas cuando dio con el insólito hallazgo.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de mayo en el pueblo Luzino de la región de Omsk, precisa el comunicado oficial.

Al principio, el hombre encontró unos huesos, pero continuó cavando para dar finalmente con un cráneo humano, detallan medios locales.

Escandalizado por el descubrimiento, el hombre se apresuró a contarlo a su mujer que, para su sorpresa, confesó que se trataba de los restos de su exmarido, al que ella mató durante una pelea familiar en 1997.

La mujer, de 60 años, recomendó a su esposo volver a enterrar el esqueleto y olvidarse del hallazgo.

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El hombre atemorizado no le hizo caso e informó de los hechos a la Policía.

Durante un interrogatorio, la mujer relató que había matado a su cónyuge con un hacha después de la enésima pelea con vejaciones y maltrato físico.

Al ver que tras recibir el golpe su marido no daba señales de vida, la mujer decidió despedazar el cadáver y esconderlo en el huerto.

Como la víctima no tenía otra familia, su desaparición no fue denunciada por nadie.

La Policía inició un proceso penal por asesinato.