Es increíble ver cómo Colombia y otros países de la región están trabajando juntos para encontrar una solución; los Países Bajos los apoyan y queremos ayudarles”, afirmó Rutte en una declaración conjunta con el presidente, Iván Duque, en Bogotá.

“Por eso pondremos a disposición de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cuatro millones de euros para apoyar el recibo de los migrantes venezolanos en la región“, agregó al término de su segundo y último día de visita al país.

Al menos 2,3 millones de personas dejaron Venezuela desde 2015, en lo que la ONU considera el movimiento de población más masivo de la historia reciente de América Latina.

La mayoría de migrantes se dirigen a Perú y Colombia, a cuyo territorio han llegado más de un millón de venezolanos en los últimos años.

Duque, que lidera la presión internacional contra lo que considera la “dictadura” de Nicolás Maduro, ha dicho que su nación destina el 0,5 % del PIB -unos 1.348 millones de dólares- para atender a los migrantes.

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Reacio a admitir la crisis migratoria, el gobierno de Venezuela acusa a su vecino de complotar contra el presidente Nicolás Maduro y de ser “un vividor del sistema multilateral”, con pedidos de ayuda para atender a los venezolanos.

Las relaciones entre ambos países, que comparten una frontera de 2.200 kilómetros, están prácticamente congeladas desde mediados 2017.

Rutte además reiteró el apoyo de los Países Bajos al acuerdo de paz que el año pasado desarmó y transformó en partido político a la guerrilla de las Farc, que Duque busca modificar por considerarlo indulgente con los insurgentes.

El primer ministro anunció una donación de dos millones de euros al fondo de la Unión Europea para apoyar el pacto que puso fin de medio siglo de enfrentamientos con los rebeldes y que fue suscrito por el anterior gobierno de Juan Manuel Santos.