De acuerdo con el diario CBC, Gjermund Roesholt y su esposa, Valerie Theoret, decidieron arrendar por la temporada una cabaña en Yukón, debido a que el gobierno ofrece tierras a cazadores para que consigan pieles de animales; los 2 creyeron que era una buena idea para ganar dinero extra.

Pero el pasado lunes, 26 de noviembre, Theoret y su bebé de 10 meses, fueron atacadas por un oso pardo, cuando Roesholt había salido a examinar las trampas que había puesto alrededor de la zona, detalla el medio canadiense.

En el camino de regreso a su casa, un oso lo atacó, pero reaccionó rápido y con su rifle, lo mató. De inmediato salió corriendo a su hogar y encontró la terrible escena, su familia estaba muerta, según el relato de CBC.

“Es un gran golpe. Todos están totalmente devastados en este momento… Muchos de nuestros amigos se reúnen para apoyarse unos a otros”, dijo su amigo Rémy Beaupré al rotativo canadiense.

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En Yukón viven casi 7 mil osos pardos. Este tipo de encuentros fatales es muy inusual y el último accidente mortal se había producido en 2006, explica CBC.

Este es el cuarto ataque mortal de este año relacionado con los osos pardos en América del Norte. Hubo 2 ataques fatales en Alaska, Estados Unidos y un tercero en Wyoming, cerca del Parque Nacional de Yellowstone, también en EE. UU., finaliza CBC.