El novio, de 24 años, escapó hacia una autopista cercana después de sufrir múltiples vejaciones a manos de sus amigos, en una especie de “novatada” durante la boda que es tradicional en China, informó el diario South China Morning Post.

Según el diario hongkonés, durante el evento, que tuvo lugar en la casa de su esposa, los amigos de Ai le lanzaron huevos, vertieron cerveza y tinta sobre él, lo ataron a un poste eléctrico y lo golpearon con una caña de bambú.

El joven, cubierto de tinta y ataviado solamente con su ropa interior, huyó a través de la autopista para acortar el camino de vuelta hacia su casa, momento en el cual sufrió el accidente, indicó su familia.

“Solo de verlo resulta doloroso. Sus amigos lo llevaron hacia una esquina junto a la carretera y no tenía a dónde ir “, señaló a los medios Chen Xiaomin, su tía.

Ai sufrió el accidente inmediatamente después de saltar una valla hacia la autopista, que en ese momento se encontraba muy transitada.

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Chen y algunos de sus amigos llamaron a una ambulancia para llevar al joven al hospital, en donde le diagnosticaron fractura de cráneo y hemorragia cerebral.

“Quienes participaron en la novatada eran muy buenos amigos de Ai, pero esto ha dañado a toda familia”, lamentó Chen.

Por el momento la familia no ha tomado acciones legales contra sus amigos, quienes han contribuido con más de 6.000 yuanes (cerca de 3 millones de pesos) al cuidado médico de Ai.

Estas “novatadas” son populares en muchas partes de China y se remontan miles de años atrás, pero lo que en su día constituía una tradición para espantar a los malos espíritus se ha transformado en una práctica que incluye humillación y violencia, subrayó el diario.

Las mujeres también son víctimas de este tipo de tradiciones, en las que son forzadas a mantener actos sexuales con los novios mientras las damas de honor sufren acoso sexual y tocamientos por parte del resto de asistentes.

No obstante, tanto los novios como sus familias suelen tolerar estas conductas, en aras de no arruinar una tradición que suele ser motivo de alegría, según el periódico hongkonés.