Brasil amaneció de luto este miércoles. Petrópolis, conocida como ‘la ciudad imperial’, quedó destrozada por las intensas lluvias de las últimas horas que han dejado más de 80 muertos, miles de personas sin hogar y un número aún desconocido de desaparecidos, que amenaza con elevar la cifra de víctimas.

La catástrofe se repite 11 años después de que un temporal segara la vida de más de 900 personas en esa región del país.

Petrópolis, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, llegó a acumular 259 milímetros de lluvia en 6 horas durante la tarde y noche del martes, lo que provocó deslizamientos de tierra en varias zonas de la ciudad, especialmente en el Alto de la Sierra, una zona residencial.

El último balance, divulgado por el Gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, indica que más de 80 personas han muerto por la tragedia, y otras 21 han sido rescatadas con vida, mientras que 372 están desalojadas tras perder sus viviendas.

Debido a que todavía se desconoce el número de desaparecidos y por las condiciones en las que se encuentra el municipio, que suma 269 deslizamientos, se espera que la cantidad de fallecidos aumente durante las siguientes horas.

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Pese a la situación, mucha gente aún se rehúsa a abandonar sus hogares, una problemática que no han podido controlar las autoridades.

“Infelizmente hoy hay personas que se resisten a dejar sus casas”, dijo el mandatario regional, quien indicó que las autoridades están analizando cómo abordar esa problemática.

Decretan 3 días de luto

Además de tres días de luto por las víctimas fatales que dejó el temporal, la Alcaldía de Petrópolis declaró el estado de calamidad pública con el fin de atender a las víctimas y facilitar los trabajos de rescate.

“Vivimos un momento de mucha tristeza con la cantidad de víctimas fatales, que aún pueden aumentar, y la cantidad de hechos que impactan drásticamente a nuestra ciudad”, destacó el alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo.

La ciudad está en alerta máxima y el panorama en la mañana de este miércoles era devastador tras revelarse el estrago causado por la lluvia.

Una ciudad cubierta de tierra y lodo, pilas de carros convertidos en chatarra que fueron arrastrados con la fuerza de las corrientes de agua, y cientos de personas desconsoladas por la pérdida de sus seres queridos y sus hogares.

Buena parte de la ciudad está destruida y sin servicios, y las 25 escuelas que tiene el municipio dejaron de enseñar para convertirse en albergues. El gobernador de Río de Janeiro, que viajó en la víspera al municipio, describió que la situación en la ciudad era “casi de guerra”.

La ciudad está construida entre pendientes y valles y fue el derrumbe de esas cuestas lo que ocasionó la catástrofe.

Acá, algunos videos de la tragedia: