Tres meses después de la publicación del informe final sobre la pesquisa de dos años sobre las elecciones presidenciales de 2016, gran parte del público estadounidense sigue sin tener claros los hallazgos de Mueller en cuanto a si Trump obstruyó penalmente a la justicia y si su campaña se confabuló con los rusos para perjudicar a su rival demócrata Hillary Clinton.

Trump dijo que fue “exonerado” en la investigación; los demócratas, que el informe proporcionó amplia evidencia para un juicio político. Por eso, legisladores de dos comités diferentes de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, intentarán sacar al exdirector del FBI (policía federal) de su legendaria reserva.

Mueller llegó a las 8 a.m., hora local, al Congreso, donde una sala atestada y llena de cámaras traslucía el interés de la audiencia.

Nadie sabe con certeza si Mueller, quien se ha resistido a testificar, irá más allá de las conclusiones crípticas y fuertemente legalistas presentadas en su informe, que permitieron al presidente y a sus aliados afirmar que la investigación fue una “caza de brujas” con motivaciones políticas y sin ningún hallazgo sustancial.

En una serie de tuits, Trump repitió este miércoles su mantra de que no hubo ni colusión ni obstrucción.

Vladimir Putin, Donald Trump y Robert Mueller

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“Nunca se acordó que Robert Mueller pudiera usar a uno de sus muchos abogados demócratas y nunca trumpistas para que se sentara con él y lo ayudara con sus respuestas”, dijo el presidente estadounidense, refiriéndose a la audiencia de este miércoles.

Los demócratas, en tanto, esperan que Mueller explique por qué no presentó cargos a pesar de las pruebas condenatorias descritas en el informe de 448 páginas.

“Todos los estadounidenses merecen conocer los delitos y la corrupción expuestos en el informe Mueller”, dijo el congresista demócrata Ted Lieu.

Colusión y obstrucción

El martes, los demócratas ensayaron sus tácticas para las audiencias, tanto para encontrar formas de hacer que Mueller se explaye sobre sus hallazgos como para evitar que los republicanos en ambos comités descarrilen el interrogatorio.

El informe de Mueller documenta los extensos contactos entre la campaña de Trump y los rusos, incluidos los intentos de cooperar o conspirar, ninguno de los cuales es un delito específico.

Mueller dictaminó al final que no había pruebas suficientes para recomendar cargos de conspiración penal, la principal acusación legal que podía utilizar.

El veterano fiscal también presentó en detalle 10 casos en los que Trump supuestamente trató de obstruir la investigación.

Pero dijo estar impedido de recomendar cargos contra Trump porque las reglas del Departamento de Justicia (la fiscalía general de la nación) le prohibían presentar cargos penales contra un presidente en funciones.

Esto dejó en manos del Congreso determinar si Trump cometió un delito, y una minoría de demócratas está presionando para que la Cámara de Representantes inicie un proceso de destitución del presidente.