Aparentemente busca cambiar la metodología para propiciar la salida de Nicolás Maduro, a quien acusó de narcoterrorismo y por quién ofreció 15 millones de dólares.

Ante la pandemia del nuevo coronavirus y la aguda crisis económica de Venezuela, el jefe de la diplomacia estaodunidense, Mike Pompeo, presentó un nuevo “marco para una transición democrática pacífica” en ese país, que según dijo abriría la vía para levantar las sanciones impuestas por Washington para presionar por la salida de Maduro.

Según este esquema, tanto Maduro como Guaidó deben confiar el Ejecutivo a un gobierno de transición encabezado por un Consejo de Estado para organizar nuevos comicios presidenciales y legislativos “dentro de 6 a 12 meses”, explicó Pompeo en rueda de prensa.

Este Consejo de Estado será elegido por los miembros de la Asamblea Nacional elegida en 2015, y quien lo encabece no podrá postularse a la presidencia.

Iván Duque y Juan Guaidó

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Consultado sobre si Guaidó podría ser candidato en los nuevos comicios, Pompeo contestó: “Absolutamente sí”.

“Es el político más popular en Venezuela, creo que si se celebraran elecciones hoy, le podría ir increíblemente bien”, apuntó, destacando que Estados Unidos sigue “apoyándolo”.

Pompeo enfatizó sin embargo que Maduro “se debe ir”. “Hemos dejado claro todo el tiempo que Nicolás Maduro nunca más gobernará Venezuela”, dijo.

Sin embargo, el plan divulgado por el Departamento de Estado no lo especifica, limitándose a señalar que “cualquier ciudadano venezolano elegible de conformidad con la Constitución de 1999 puede competir en las elecciones”.

Guaidó, en fallidas negociaciones con Maduro en septiembre del año pasado, propuso crear un “consejo de gobierno de transición”. La iniciativa “implicaría la salida inmediata de Maduro y mi separación del cargo hasta una elección presidencial real, verificable”, había dicho entonces el líder opositor.

Maduro ha conservado hasta ahora el poder respaldado por China, Rusia y Cuba.

La propuesta pide también la liberación “inmediata” de “todos los prisioneros políticos”, y exige la salida de las fuerzas extranjeras de Venezuela, en alusión a la presencia de cubanos y rusos en el país.

El nuevo marco de Washington se conoce cuando Guaidó fue citado por la fiscalía venezolana en una investigación por “intento de golpe de Estado” y “magnicidio” contra Maduro.

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La citación se basa en la incautación de un arsenal en Colombia que presuntamente estaba siendo enviado a Venezuela en un complot que, según Caracas, preveía asesinar a Maduro y a otros dirigentes.

Guaidó fue implicado en ese supuesto plan por Clíver Alcalá, un militar retirado cercano al fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), mentor de Maduro, con quien luego rompió.

Alcalá está en la lista de más de una docena de funcionarios y exfuncionarios venezolanos inculpados de “narcoterrorismo” por Estados Unidos, que fijó millonarias recompensas por ellos, incluyendo una de 15 millones de dólares por Maduro.

Según documentos archivados este martes, Alcalá se declaró no culpable el lunes por videoconferencia ante un juez federal de Nueva York, tras entregarse el viernes a las autoridades estadounidenses en Colombia.

Clíver Alcalá Cordones

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El Departamento de Estado dijo que las sanciones estadounidenes que afectan a Venezuela, que incluyen una batería de medidas y un embargo de facto al crudo, crucial para la economía del país, se levantarían a medida que el plan vaya cumpliéndose.

El avance permitiría además el inicio de negociaciones con organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para dar ayuda económica a Venezuela, señaló.

Venzuela vive un colapso económico agudizado desde la llegada al poder de Maduro en 2013, que provocó la huida del país de casi cinco millones de personas, según la ONU.

El FMI desestimó hace dos semanas un pedido de ayuda de Maduro de 5.000 millones de dólares para enfrentar el brote del coronavirus, señalando que persisten dudas entre los miembros de la entidad sobre la legitimidad del gobierno venezolano.

“Creemos que este marco protege los intereses y las acciones de todos los venezolanos que buscan desesperadamente una solución a su grave crisis política, económica y humanitaria”, dijo Pompeo, instando a todas las partes de todas las “tendencias ideológicas” a considerarlo “cuidadosa y seriamente”.