Los hallazgos fueron el fruto de la Operación Sky, que emplea a 1.600 policías, y que además ha logrado incautar 27 toneladas de cocaína en las últimas semanas, avaluadas en 1.400 millones de euros (casi 1.700 millones de dólares), reporta el diario británico The Guardian.

En la operación, se hicieron allanamientos en 200 puntos distintos, lo que por el momento significa el desmantelamiento de una complicada red de narcotráfico conformada, en su mayoría, por delincuentes colombianos, señala el medio.

Lo que llamó la atención de las autoridades fue la sala de torturas que operaba en un contenedor insonorizado, donde había una silla de odontología adaptada con correas y esposas.

En la operación no hubo arrestados colombianos pues, según las autoridades que cita The Guardian, los cabecillas de esas organizaciones criminales se esconden en Dubái y Turquía, donde se hace más difícil perseguirlos.

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El medio señala que las mafias colombianas de narcotráfico prefieren operar en los puertos de Amberes (Bélgica) y Rotterdam (Países Bajos), pues no tienen tantos controles como en Estados Unidos, además de que el precio de la droga es más alto. Allí han montado “una red de cocaína, corrupción y tortura”, según el diario.

Por ejemplo, un kilo de cocaína en el mercado estadounidense se vende por 28.000 dólares (más de 100 millones de pesos), mientras que en Europa la misma cantidad de droga cuesta 40.000 dólares (164 millones de pesos), lo que significa más dinero con menor riesgo de ser capturados o de que les incauten la droga, hasta ahora, pues la Operación Sky los puso en jaque.

El medio inglés dice que así se haya desmantelado la red, es cuestión de tiempo antes de que se vuelvan a organizar los delincuentes, pues no es fácil permear las autoridades o encontrar personas de confianza en altos mandos en los puertos que les permita delinquir.

Las mafias colombianas no se limitan al narcotráfico, sino que algunos inescrupulosos han montado redes para ofrecer vacunas falsas o estafar con falsas pruebas contra el coronavirus.

A mediados de marzo, la Guardia Civil española detuvo a un grupo de españoles y colombianos que se dedicaban a construir caletas en vehículos para transportar sustancias ilegales sin ser detectados.