La Policía calificó esta operación como “una de las mayores” que se ha hecho contra el tráfico de drogas bajo esta modalidad en España, y dijo que en la redada se detuvieron a 28 personas, se registraron 21 domicilios y se incautaron poco más de 85.000 euros y cerca de cuatro kilos de cocaína.

El estupefaciente, dicen las autoridades en un comunicado, “era habitualmente distribuido en motocicletas financiadas por la organización hasta el punto acordado con el comprador”. No obstante, por la emergencia del coronavirus, la banda se vio obligada a modificar los planes y a “hacer las entregas en el interior de supermercados próximos” a las viviendas donde habitaban los repartidores.

Los traficantes estaban en la mira de la Policía desde hace un año luego de que investigadores alertaran sobre “la rapidez y el modo en que se efectuaba” la entrega de droga, y desde ahí les empezaron a seguir el rastro.

Otra sorpresa que se llevaron las autoridades es que la red tenía “enlaces” que “preparaban la droga y elaboraban las monodosis” para luego entregarlas a sus repartidores en las casas, y de allí hacerlas llegar a sus más de 2.500 clientes.

“El compromiso de entrega de la sustancia era en menos de 20 minutos, regalos por fidelización a los mejores clientes y precintos (sellos) con los que pretendían marcar la calidad y origen de la sustancia”, destaca el comunicado oficial.

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Si bien la Policía solo se limitó a entregar detalles del operativo, de la forma en que delinquía esta organización y del rol que cumplía cada uno de sus miembros, el periódico La Voz presentó un informe detallado en donde se dice que varias de las personas que encabezaban la red eran de nacionalidad colombiana, que tenían entre 20 y 40 años de edad y que registraban antecedentes.

El medio, citando fuentes de la operación, resalta que esta banda “habría distribuido durante el tiempo de investigación 45 kilos de cocaína, por lo que podrían haber movido dos millones y medio de euros”.