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Durante la última cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) celebrada en Foz do Iguaçu, Brasil, se evidenciaron profundas diferencias políticas entre los mandatarios de Brasil y Argentina a raíz de la postura de Estados Unidos frente a Venezuela. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su preocupación ante la posibilidad de una intervención armada estadounidense en Venezuela, advirtiendo que ello acarrearía graves consecuencias humanitarias y constituiría un alarmante precedente internacional. Por otro lado, el presidente argentino Javier Milei respaldó la presión ejercida tanto por el gobierno de Estados Unidos como por el expresidente Donald Trump para forzar un cambio de gobierno en Venezuela, instando al resto de los integrantes del bloque a adoptar una postura similar.
La crisis venezolana se convirtió en un tema central del encuentro, a pesar de que no figuraba formalmente en la agenda. Lula afirmó que, cuatro décadas después de la guerra de las Malvinas, Sudamérica vuelve a ver amenazado su territorio por fuerzas militares ajenas a la región. Al rechazar una intervención militar, el mandatario brasileño enfatizó que los principales peligros para la soberanía regional no provienen solamente del exterior, sino también de las guerras, las amenazas antidemocráticas y el crimen organizado. Como gesto tangible de su posición, Brasil se negó a respaldar una resolución impulsada por Argentina y Paraguay para condenar las violaciones a los derechos humanos y las amenazas a la democracia en Venezuela.
Por su parte, Milei elogió la campaña de Estados Unidos y Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro, considerando que el tiempo de las respuestas moderadas había terminado. Apoyó directamente el despliegue de fuerzas navales estadounidenses en el Caribe desde septiembre y el bloqueo a las exportaciones de petróleo venezolano, argumentando que el régimen de Maduro es el causante de la crisis profunda que atraviesa el país.
En su intervención, Milei también recordó que Venezuela permanece suspendida del Mercosur por incumplimiento del protocolo de Ushuaia, e insistió en que el gobierno venezolano representa una amenaza para toda la región suramericana por su naturaleza autoritaria y su impacto desestabilizador.
Más allá del protagonismo de la crisis venezolana, la cumbre había sido organizada con el objetivo de cerrar un histórico acuerdo de libre comercio entre los países fundadores del Mercosur y la Unión Europea (UE). A pesar de los esfuerzos, las reticencias de sectores agrícolas en Francia e Italia pospusieron la firma, argumentando preocupaciones por la llegada de productos agrícolas sudamericanos, cuyas normas de producción consideran menos exigentes. No obstante, Lula reiteró su confianza en que el tratado se firmará pronto y destacó que existen acercamientos paralelos del bloque con Canadá, Emiratos Árabes Unidos e India.
Dentro de la UE, Alemania, España y los países nórdicos respaldan el acuerdo, pues permitiría una mayor exportación de vehículos, maquinaria y bebidas al Mercosur. Sin embargo, el sector agrícola europeo sigue mostrando reservas firmes. Se espera que la nueva fecha tentativa para la firma del acuerdo sea el 12 de enero en Paraguay, país que ahora ostenta la presidencia rotatoria del Mercosur.
Así, la cumbre no solo sirvió como escenario para el debate sobre Venezuela y las tensiones geopolíticas regionales, sino que también reflejó la complejidad de negociar acuerdos económicos en medio de intereses divergentes dentro y fuera de Sudamérica.
¿Qué es el protocolo de Ushuaia y por qué se asocia con la suspensión de Venezuela del Mercosur?
El protocolo de Ushuaia, según lo referido en la cumbre del Mercosur descrita por Noticias Caracol y agencias AFP/EFE, constituye el acuerdo fundamental sobre el compromiso democrático entre los países miembros de este bloque. Venezuela, al incumplir con los principios establecidos en dicho protocolo, fue suspendida por los demás integrantes.
La relevancia de este protocolo reside en que determina que la preservación de la democracia es condición esencial para participar plenamente en el Mercosur. Por esto, el caso venezolano se convierte en un precedente dentro del bloque y sirve como punto de discusión sobre los límites de la incorporación de países que enfrentan crisis políticas y humanitarias.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
¿Por qué una invasión de Estados Unidos a Venezuela afectaría a Colombia?
El mandatario señaló que la política antidrogas de Estados Unidos, especialmente durante el gobierno de Donald Trump, ha procovado tensiones internacionales y podría tener como consecuencia “una posible invasión a la República de Venezuela”.
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