Los Departamentos de Seguridad Nacional (DHS) y de Justicia (DOJ) anunciaron una nueva regla migratoria que comenzará a regir a partir del próximo 11 de mayo y se estima que sea de las más estrictas que se han establecido desde la Casa Blanca.

La nueva política, que recibirá comentario público durante 30 días, propone fuertes restricciones al asilo siendo, entre las novedades más importantes, que cualquier persona que cruce por un tercer país debe pedir la protección debida y hacer un proceso previo antes de llegar a la frontera con los Estados Unidos.

En el tratado también se advierte que dentro de la lista de países que se presentaron el 5 de enero solo podrán ingresar al país norteamericano siempre y cuando cuenten con un patrocinador y lo hagan por vía aérea, mientras que el resto deberá consultar la página digital CBP One de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo, averiguar si califica para un programa legal disponible, presentar una solicitud y esperar una respuesta y una citación para presentarse en un puesto fronterizo autorizado.

Pese a las constantes críticas, el gobierno del presidente Joe Biden defiende esta estrategia que lo que busca es desacelerar la llegada de personas buscando asilo principalmente por la frontera sur, una ubicación que ha roto récords de detenciones migratorias buscando nuevas oportunidades en Estados Unidos.

¿Quiénes están haciendo las críticas a la política migratoria?

En testimonios recopilados por la cadena Univisión, para senadores demócratas, abogados, organizaciones pro inmigrantes y activistas, las nuevas reglas del gobierno Biden coartan las vías legales de asilo por la frontera sur y crea barreras adicionales para las personas que llegan a Estados Unidos buscando protección.

Nanette Barragán, presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), dijo: “Castigar a quienes vienen en busca de asilo porque no pueden acceder a una aplicación móvil o por no poder agotar primero una solicitud en un tercer país es incorrecto. Va en contra de nuestros valores como país y en contra del espíritu de nuestras leyes de asilo”

Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), el tema es más grave al sacar un comunicado diciendo que: “AILA condena esta prohibición contra los solicitantes de asilo vulnerables, que es la medida más restrictiva del presidente Biden hasta el momento. Esta prohibición es innecesaria”.

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“Existen soluciones para aliviar la tensión en la frontera sur sin recurrir a tácticas que socaven nuestros valores. Esta prohibición es ilegal. La ley federal requiere que el gobierno federal garantice que las personas que huyen de la persecución tengan una oportunidad justa y significativa de solicitar asilo”, agregó.

Finalmente, los senadores demócratas Bob Menéndez, Cory Booker y Alex Padilla también dejaron ver su inconformismo con la nueva ley al argumentar que: “Hay una profunda decepción de que la administración haya optado por seguir adelante con la publicación de la regla, ya que la misma solo perpetúa el mito dañino de que los solicitantes de asilo son una amenaza para esta nación. La realidad es que estas personas están siguiendo un camino legal que tienen hacia Estados Unidos”.

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Proceso con centros de detención migratoria en EE. UU.

Ante esta problemática, el gobierno de Joe Biden ya está buscando herramientas y soluciones para que los centros de detención migratoria no ocupen el 100 % de su capacidad. La principal es que se están instalando más teléfonos con el propósito de que se puedan hacer más entrevistas por este medio y así saber si cumplen con los requisitos para poder pedir el asilo.

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Si no se les permite el ingreso por esta o alguna otra de las protecciones, la nueva norma permitirá deportar o expulsar lo más pronto posible a las personas que estén en estos centros de detención, según informaron funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.