Sam Walker se encuentra pagando una condena en la prisión Forest Bank, en la ciudad de Salford, y desde allí graba videos que luego publica en YouTube, y la plataforma se niega cerrarle la cuenta a pesar de que las autoridades del Reino Unido se lo han pedido en varias ocasiones.

El criminal tiene 38 años y se ha hecho a más de veinte mil seguidores en YouTube. Su carrera criminal incluye tráfico de drogas, daños a propiedad privada y persecuciones a alta velocidad. Está preso desde 2018. En enero recibió 1.700 libras esterlinas en la plataforma de YouTube.

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En sus videos habla de los jueces y de sus compañeros de prisión, también hace fuertes críticas a la guardia penitenciaria. Ha señalado que los traficantes de drogas reciben más condena que los violadores y que sus custodios son débiles.

Las autoridades penitenciarias de Reino Unido dijeron hace poco: “Seguiremos presionando a YouTube para que elimine este contenido. Cualquiera que sea encontrado en posesión de un teléfono enfrentará tiempo adicional tras las rejas”.

Mientras él sigue siendo una estrella en las redes sociales. YouTube, por su parte, alega ser una plataforma que respeta la libertad de expresión y que mientras Sam Walker no infrinja sus reglas comunitarias seguirán publicando su contenido. Lo que sí hicieron fue desmonetizar su contenido.