El viernes 22 de julio, el colombiano de 67 años fue asesinado en Miami después de que dos adolescentes trataran de robarlo. Los jóvenes acusados del crimen tienen 17 y 18 años.

Según el reporte policial, el mayor le apuntó a la víctima con una pistola y le exigió sus pertenencias. Después el menor le quitó el arma a su compañero y dejó sin vida a Romero con un disparo.

Los acusados trataron de huir en un vehículo que fue identificado posteriormente por las autoridades, las cuales arrestaron a los dos adolescentes en el barrio Coconut Grove.

En los últimos días, la familia del difunto se ha pronunciado en medios sobre los hechos. Su esposa, Érika Romero, habló en Telemundo: “Yo no puedo creer cómo arrebataron a mi esposo. (…) Él no tenía problemas con nadie. Era muy amable y lo querían mucho donde trabajaba porque hacía muy buen trabajo”.

Además, reveló las últimas palabras del fallecido antes de que saliera de su casa sin saber que no regresaría: “Él me dio un beso y me dijo te amo y yo le dije te amo”. 

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Por otro lado, Paola Romero, hija de la víctima, dio declaraciones a La W sobre su padre este martes: “Era un hombre muy inteligente, amaba a sus hijas y a su esposa, amaba su trabajo, era alegre, hacía reír a la gente. Mi papá era muchas cosas buenas”.

El medio radial aseguró que los adolescentes serán juzgados por asesinato, robo a mano armada de un automóvil y fuga de la Policía. Aún queda por definirse si el menor de edad será procesado como adulto. La decisión será tomada en un juicio que tendrá lugar el 12 de agosto.

El homicidio de Jorge Romero se suma a la ola de asesinatos con armas de fuego en Estados Unidos, que vienen en aumento, y se posicionan como un grave problema para la seguridad del país norteamericano.