De acuerdo con el funcionario, Rusia está apostando por América Latina como una plataforma no sólo para la venta de la Sputnik V, sino también para los análisis clínicos, la transferencia de tecnología y la producción conjunta, indicó en EFE.

“Latinoamérica es nuestra prioridad. Primero porque sus países son amigos de nuestra nación y segundo porque esta región está abierta a un análisis honesto de la vacuna rusa”, manifestó el director del Fondo de Inversiones Directas (FIDR).

Dmítriev, adicionalmente, señaló que la aparición de la Sputnik V despertó un “gran entusiasmo” en América Latina, Asia y Oriente Medio, mientras que algunos territorios del “mundo occidental” reaccionaron con “gran envidia”.

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Aunque no entrego mayores detalles, el funcionario adelantó en EFE que la demanda de la vacuna rusa contra el coronavirus en la región asciende actualmente a las 400 millones de dosis, de las cuales 100 millones corresponden a los acuerdos suscritos en los últimos días con Brasil y México.

“Hay un gran interés por parte de Venezuela, pero también de otros países. Algunos lo dicen públicamente y muchos otros no, pero están trabajando estrechamente con nosotros”, puntualizó.

Dmítriev finalmente pronosticó que “algunas naciones latinoamericanas” recibirán la Sputnik V  “en noviembre”. Sin embargo, precisó que todo está a expensas del visto bueno de los reguladores de cada uno de los países.

La vacuna rusa, según la revista The Lancet, desarrolló una respuesta inmunitaria sin efectos secundarios graves en los primeros ensayos clínicos. La publicación se basó en las pruebas realizadas en 76 voluntarios (entre 18 y 60 años), en buen estado de salud, los cuales fueron testeados entre el 18 de junio y el 3 de agosto.